Porque no quiero que desaparezca
La Firma de Manuel Acero
"Porque no quiero que desaparezca", la Firma de Manuel Acero
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Palencia
Si algo ha quedado claro esta última semana es que de momento no vamos a tener elecciones y la próxima vez que estemos convocados a las urnas lo haremos para elegir gobierno autonómico y ayuntamientos. En estos últimos es donde me quería detener hoy.
Hace tiempo que cada vez que hablo con Alcaldes y Alcaldesas de esos pueblos pequeños que tenemos por Palencia, y hablo con bastantes y a diario, les encuentro más desanimados que nunca y con pocas o ninguna gana de repetir en el cargo. Y esto creo que debiera preocuparnos a todos.
Es cierto que vivimos en una sociedad en la que la antipatía por la política y los políticos ha sido ganada a pulsoy en ese saco se mete de manera injusta a buena parte de nuestros Alcaldes. En Palencia tenemos entre ayuntamientos y entidades locales más 400 poblaciones cada una con su regidor al frente y en muchos casos sin apoyo de una corporación.
El 95% no tiene ningún sueldo alguno y estoy convencido que muchos de ellos terminan perdiendo dinero, o dejándolo de ganar, además de sacrificar su tiempo y el de su familia por el compromiso adquirido con sus vecinos de manera desinteresada.
Lo de ser alcalde es vocacional, algo así como ser maestro o médico, es tener ganas para resolver los problemas de las personas, es estar dispuesto a que te paren por la calle cada dos por tres o aguantar todo tipo de quejas sobre los mil asuntos que afectan a los vecinos a cualquier hora del día o de la noche.
La mayoría se quejan de que nadie les echa una mano, que tienen que hacer de todo, que es muy raro que alguien les agradezca su labor y aunque tienen algunas alegrías son más los disgustos y los enfrentamientos que deben soportar.
Cuando pregunto a un alcalde o alcaldesa porque, a pesar de todo, ha decidido presentarse por su pueblo me he encontrado con una respuesta que se repite en muchos casos:
"Porque no quiero que desaparezca".
Y todo este esfuerzo y dedicación nos sale gratis al resto de ciudadanos, un chollo sin duda. Precisamente por todo esto debiéramos mimar mucho más esta figura y más aún cuanto más pequeño es el pueblo pues suelen estar más solos.
Estamos a punto de toparnos con un nuevo problema en el medio rural y es el de no encontrar gente dispuesta a ser Alcalde o Alcaldesa de su ayuntamiento o de su Junta Vecinal cuando lleguen las próximas elecciones. O lo que puede ser aún peor, que de esta desafección y este vacío se aprovechen los oportunistas, vecinos o forasteros, a los que los pueblos les importan menos que sus intereses personales.
Tenemos que darnos cuenta que ahora que hablamos tanto de medidas contra la despoblación, los servicios en el medio rural etc., no debemos olvidar el cuidar a nuestros alcaldes y alcaldesas porque encontrar en un pueblo una puerta a la que llamar y que salga alguien a intentar ayudar es cada vez más difícil y esto también es desarrollo rural.