Especuladores del aceite de oliva

Andújar

-La brusca bajada del precio del aceite de oliva, hasta menos de la mitad, es una muestra más de los efectos negativos para los olivareros iliturgitanos y todos los jiennenses de la reciente compra de la mayoría de acciones de la sociedad mercantil ‘Deoleo’, la principal distribuidora y comercializadora española de aceite de oliva, que engloba a nuestra añorada empresa ‘Koipe’, por un fondo de inversión inglés, denominado CVC.

-Esta es una decisión nefasta para Jaén porque supone poner la mayor parte de nuestra producción aceitera en manos de una entidad a la que les importamos un ‘pimiento’. El único objetivo de esta entidad es sacar lo más rápido posible la mayor rentabilidad que pueda con el comercio de nuestro ‘oro virgen’. Y, lo que es peor todavía, sin ningún tipo de escrúpulos ni límites. Le dará igual arruinar a nuestros agricultores y les impondrá las condiciones que se le antoje.

-Estos delincuentes financieros invierten hoy su falso dinero aquí y a los dos segundos lo tienen en otro sitio. Sin importarles si con ello condenan de hambre a miles o millones de personas, o se cargan un producto o una empresa por completo. Por supuesto, ni un céntimo de euro de sus grandísimos beneficios se quedará aquí ni en ‘pintura’.

-Creo que es urgente y necesario que de una vez por todas se cree una distribuidora y comercializadora única para el aceite de oliva de toda la provincia de Jaén, que sería la mayor de todo el mundo y, por tanto, nos permitiría alcanzar precios justos, quedarnos aquí con las ganancias o plusvalías de las ventas, que se podrían reinvertir en mejoras continuas en el sistema de producción, además que se daría a nuestra principal fuente de riqueza el valor real que nunca ha tenido hasta ahora en el comercio internacional.

-Es imprescindible unir a todas las cooperativas productoras de aceite de oliva jiennenses para tener una mayor fuerza ante los ataques de estos ‘piratas’, escondidos tras la palabra ‘mercados’, que sólo vienen a robarnos, juegan con dinero falso y cantidades que son humo y desaparecen cuando menos se espera.

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-La Unión Europea nos engaña desde hace años con unas míseras subvenciones, que lo único que sirven es para engatusar a los olivareros para que al vender su aceite no luchen más por un precio justo, y así permiten a estos secuaces de los fondos de inversión poder comprarles su producto a granel mucho más barato, para quedarse después con los inmensos beneficios económicos que genera su comercialización.

-No queremos ‘limosnas’ embaucadoras y traicioneras, sino ayudas reales para crear riqueza ahora y de cara al futuro. Para ello se debe apoyar la comercialización, es decir, la botella de aceite en el mercado y no la garrafa a granel. Y que no nos engañen más estos terroristas financieros!!!!