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Llanuras, carrizos y flamencos en la laguna de Manjavacas de Mota del Cuervo

Visitamos la Reserva Natural del Complejo Lagunar de Manjavacas con varios humedales en el límite de las provincias de Cuenca y Ciudad Real

Laguna de Manjavacas en Mota del Cuervo (Cuenca). / Fernando Carreras (ecoexperience.es)

Laguna de Manjavacas en Mota del Cuervo (Cuenca).

Cuenca

Fernando Carreras nos propone desde EcoExperience, visitar esta vez la laguna de Manjavacas en Mota del Cuervo. Nos lo ha contado en el espacio Nos vamos de excursión que emitimos cada viernes en Hoy por Hoy Cuenca.

Llanuras, carrizos y flamencos en la laguna de Manjavacas de Mota del Cuervo

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Para llegar a Mota del Cuervo desde Cuenca, la mejor opción es la carretera N-420 pasando por San Lorenzo de La Parrilla, La Almarcha Villaescusa de Haro y Belmonte. Una vez en Mora, cruzamos el pueblo y tomamos la carretera en dirección al pueblo de Las Mesas, pasando por el entorno de la ermita de Manjavacas. A unos 11 kilómetros encontraremos el complejo lagunar.

El paisaje manchego domina este espacio natural.

El paisaje manchego domina este espacio natural. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)

El paisaje manchego domina este espacio natural.

El paisaje manchego domina este espacio natural. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)

La Reserva Natural del Complejo Lagunar de Manjavacas se declaró en 2001 y está formada por cuatro lagunas: Manjavacas, Sánchez Gómez y La Dehesilla, en el término municipal de Mota del Cuervo (Cuenca) y la laguna de Alcahozo, en Pedro Muñoz (Ciudad Real).

Esta vez visitaremos la más extensa de todas, que es la laguna de Manjavacas, con una superficie de 245 hectáreas. “Lo mejor es dejar el coche en el espacio que veremos a la entrada, donde pone una P para aparcar, y desde ahí recorrer a pie las orillas de la laguna”, nos cuenta Fernando Carreras. “Al lado derecho del parquin encontraremos una bonita pasarela de madera y al lado izquierdo seguiremos hasta la zona del observatorio de aves”.

El flamenco es una de las aves habituales en estos humedales manchegos.

El flamenco es una de las aves habituales en estos humedales manchegos. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)

El flamenco es una de las aves habituales en estos humedales manchegos.

El flamenco es una de las aves habituales en estos humedales manchegos. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)

Paseando por las orillas nos llamará la atención la gran cantidad de flamencos que se ven en la laguna. Enseguida llegaremos a un observatorio de aves, un edificio de color blanco habilitado para la contemplación de la amplia variedad de aves acuáticas de este espacio natural.

Observatorio de aves.

Observatorio de aves. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)

Observatorio de aves.

Observatorio de aves. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)

Actualmente el observatorio se encuentra reformado. Es un edificio de nueva construcción con amplios ventanales de madera. “Lo encontramos siempre abierto y está bastante limpio por lo que pedimos que quien vaya a visitarlo lo deje en el mismo estado”, apunta Fernando.

“En este sitio podemos sentarnos a observar la laguna y desde este punto, además de la visión del pueblo a lo lejos y de sus molinos, podremos ver una gran cantidad de flamencos, ánades reales, tarros blancos, cigüeñuelas, calamones, aguiluchos laguneros y un sinfín de especies acuáticas”, explica nuestro guía.

Complejo lagunar de Manjavacas.

Complejo lagunar de Manjavacas. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)

Complejo lagunar de Manjavacas.

Complejo lagunar de Manjavacas. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)

Aunque el mejor momento para visitar la laguna es en invierno, porque hay una mayor presencia de aves migratorias, hay que tener en cuenta que actualmente la laguna tiene agua todo el año. Esto se debe a que recibe el aporte de las aguas de la depuradora de Mota del Cuervo. No olvidemos que es una laguna salina, de muy poca profundidad, no más de un metro, “de hecho veremos como la mayoría de las aves, como los flamencos se desplazan caminando por sus superficie”. Tras un paseo relajante por las orillas podemos volver a la zona del aparcamiento.

 
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