La falta de ambulancias en la Comunidad obliga a utilizar UVIS para servicios no urgentes

En la Comunidad de Madrid la falta de medios de las empresas privadas que gestionan los servicios privatizados en materia sanitaria fuerza a utilizar medios públicos para poder prestar sus servicios con normalidad. Los trabajadores del SUMMA, el Servicios de Urgencias Médicas de Madrid, un servicio público con dos áreas externalizadas, las ambulancias para pacientes no urgentes y las programadas -para aquellos enfermos que tienen citas concertadas y no pueden acudir por sus propios medios-; así como el servicio de atención telefónica, han salido hoy a las calles de la capital para denunciar la falta de medios con los que trabajan.

Critican que el número de ambulancias de las empresas privadas que se encargan de este servicio no es suficiente, lo que en ocasiones obliga a que sean las UVIS móviles los que lo presten. Así lo ha asegurado Rosa López, enfermera y vicepresidenta del sindicato SUMAT, que explica que "en ocasiones hay demoras de hasta cinco horas para que las ambulancias programadas vayan a recoger o a atender a un enfermo en su domicilio, lo que obliga al SUMMA a utilizar otros vehículos, como las UVIS, para realizarlos". El material de la UVIS móviles y su personal es propio del SUMMA, y no es un servicio externalizado. "Por lo que se da la paradoja de que cuando las ambulancias no pueden atender un servicio, se utilicen los medios de las UVIS. No es lógico que los medios prestados por las empresas privadas sean insuficientes y al final se tenga que utilizar lo público", añade López.

"Alguien que ha sufrido un infarto tiene que esperar porque la UVI está, por ejemplo, trasladando a un anciano a su casa"

Una denuncia a la que se ha sumado Almudena García, que trabaja en una SUAP -Servicio de Urgencia de Atención Primaria- del sur de Madrid, y que explica que "cuando nos llega un aviso que no es urgente y llamamos para que venga una ambulancia y tarda mucho, tenemos que utilizar las UVIS para trasladar a los pacientes, aunque no sean urgentes". Algo que se ha normalizado, asegura, en la Comunidad de Madrid, porque "últimamente, como las ambulancias están ocupadas, nos pasan directamente llamadas de las ambulancias para que seamos las UVIS las que atendamos a los pacientes no urgentes. Eso hace que si un paciente ha sufrido un infarto, tenga que esperar porque una UVI esté, por ejemplo, trasladando a un anciano a su domicilio. Se utilizan recursos avanzados de emergencias para servicios que no lo son"

Los manifestantes han exigido también mejoras en las condiciones del personal de atención telefónica "que ven imposible atender todas las llamadas". Así lo asegura Vladimir García, trabajor de la atención telefónica del SUMMA, que explica que;"mientras que hace diez años en la plantilla éramos más de 130 trabajadores, ahora tan solo somos algo más de 80". Y añade que "por turno apenas somos tres o cuatro trabajadores y en ocasiones, en los turnos de noche, hay momentos en los que solo hay un operador". Algo que, asegura, provoca colas en las llamadas y el "colapso" del servicio.

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La gerencia del SUMMA niega la versión de los trabajadores, y ha asegurado a la SER que se ha incrementado la disponibilidad de ambulancias tanto para los servicios urgentes como para los programados, y que las nuevas tecnologías han supuesto también un mayor control efectivo sobre la utilización que de ellas hacen las empresas privadas.