Pedro, llámame
(...) Ya tengo medio hilvanado el discurso de aceptación, donde colaré como sea la sentencia de mi predecesora De la Mata que ha dejado dicho: “Quien gestiona lo público tiene que ser totalmente intachable”. Una pena que estos evangelios hayan tenido tan poco éxito entre sus hermanos de la cofradía de la gaviota (...)

León
Andan los mentideros de la capital del reino y los plasmas todos embebidos en la grandeza impar y el histórico acontecimiento que el Gobierno Pedreño ha marcado en nuestro devenir patriótico, pero si hay un hito trascendente en la luz de estos días en la apertura de un teleclub en la República Independiente de Paradilla de Gordón, solar legionario con cinco paisanos en el censo.
Es esta del bar la iglesia verdadera de los hispanos, la academia donde se pule el acervo acumulado de la comunidad y el senado donde los dueños de lindes y brañas deciden los futuros de las patrias locales, que son la únicas que existen. Saludemos pues la apertura de este nuevo Olimpo montañés, donde no tardaremos en ir a bautizar los ojos y la boca.
Digo esto mientras espero ansioso la llamada de Pedrito, si no ya para la Cátedra de la Cultura, al menos para la encomienda de gobernador que con tanto criterio y acierto podría un servidor desempeñar. Ya tengo medio hilvanado el discurso de aceptación, donde colaré como sea la sentencia de mi predecesora De la Mata que ha dejado dicho: “Quien gestiona lo público tiene que ser totalmente intachable”. Una pena que estos evangelios hayan tenido tan poco éxito entre sus hermanos de la cofradía de la gaviota.
Hay que mejorar la comunicación entre los miembros del clan, así no hay quien robe con garantías. A ver si puedo arreglarlo desde mi nueva irresponsabilidad. Eso y lo de Correos que no consigue localizar a Santos Llamas para que vaya a declarar ante la Comisión de las Cajas. Qué raro, con lo bien que llega el correo a Paradilla




