Amador Sánchez, viceconsejero de Educación: "¿Me puede asegurar que las obras se van a acabar? Es que no yo no las hago"

Madrid

"Me atrevería a poner ladrillos pero pondría cuatro o diez", así respondía en su comparecencia esta semana en la comisión de Educación de la Asamblea de Madrid Amador Sánchez, el nuevo viceconsejero de organización educativa colocado en el cargo tras la salida del gobierno de Cristina Cifuentes y la remodelación que llevó a cabo su sucesor, el presidente Ángel Garrido, entre los altos cargos del gobierno madrileño.

La oposición le preguntó por la marcha de las obras en los centros educativos comprometidas para septiembre, para el inicio del nuevo curso escolar, pero Sánchez no pudo dar una respuesta firme. "A mí me parece una pregunta incontestable asegurar que una obra se va a acabar, es que yo no las hago", le espetó el viceconsejero en su turno de réplica a los portavoces de la oposición. "Que alguna obra se va a retrasar", daba por hecho, "pero es que yo no sé cuál, me lo puedo imaginar pero estaríamos hablando de rumores y de situaciones probabilísticas", señaló Sánchez en su intervención.

El viceconsejero precisó que desde que accedió al cargo, hace aproximadamente un mes, ha estado visitando algunas de estas obras en infraestructuras educativas para seguir de cerca su evolución. "Esas que no van todo lo bien que nos gustaría, son las primeras que estoy visitando", explicó Sánchez, "estamos visitando, optimizando la gestión, hablando con los responsables, con los directores facultativos y las propias empresas para ver qué problemas tienen para ver cómo podemos agilizar los trámites que es lo nuestro". "Le puedo dar detalles", decía el viceconsejero "que no creo que se deban dar aquí".

Según los últimos datos facilitados por la Plataforma por la Defensa de los Centros Públicos de Calidad de la Comunidad de Madrid, hasta quince centros educativos que tienen que estar listos para septiembre no marchan como deberían. De hecho, en algunos casos, las obras están paradas, como en el nuevo instituto del Ensanche de Vallecas. Hay otros ejemplos, como el nuevo colegio Alfredo di Stéfano de Valdebebas donde no han comenzado todavía con la cimentación. A todo esto hay que sumar los centros demandados por los vecinos que siguen sin tener un presupuesto. Es el caso de los barrios de Rejas, Aravaca y Valderribas en la capital, o de La Garena, en Alcalá, o el Bercial, en Getafe.

El curso pasado varios centros educativos no tuvieron sus obras a tiempo, lo que ha provocado que cientos de alumnos hayan tenido que desplazarse durante todo este curso a otros centros, algunos de ellos colegios privados con concierto. La consejería de educación cambió los pliegos para la adjudicación de obras para que la oferta económica más barata dejara de primar en las concesiones de estas ejecuciones después de la experiencia pasada para mejorar la evolución de estos trabajos.