Un muerto diario en las carreteras de Balears

"La línea roja" de Matías Vallés (26/06/18)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
PALMA
Los sucesos y el tiempo no deberían ser motivo de comentarios, porque existe un consenso previo sobre ambas materias.
No dan lugar a controversia.
Sin embargo, cuando observamos el goteo de un muerto diario en las carreteras de Balears, estamos obligados a preocuparnos.
La situación empeora al contemplar el elevado número de peatones atropellados, pese a que se hallaban en el arcén.
Y el susto se eleva a espanto cuando anotamos la elevada cantidad de accidentes provocados por conductores borrachos o que han consumido drogas.
Pronto no hará falta añadir en los titulares que el conductor que ha provocado un accidente en Balears estaba ebrio, porque se dará por descontado.
Supongamos que el recuento de una muerte violenta diaria de personas jóvenes y perfectamente sanas se debiera a cualquier otra causa.
La sociedad entraría en pánico.
No vamos a reclamar controles de alcoholemia más exhaustivos, que se están demostrando inútiles si no contraproducentes.
Vamos a preguntarnos sin embargo cuántos coches han sido retirados por su conducción evidentemente temeraria, en carreteras vigiladas por cámaras.
Salvo que se trate solo de recaudar por exceso de velocidad en tramos prefijados, y de aceptar el muerto diario como un daño colateral.




