Tres de los seis detenidos por la agresión sexual múltiple dicen que fue sexo consentido
Reconocen haber mantenido relaciones sexuales con la denunciante pero aseguran que le pidieron permiso
Uno de los seis investigados podría quedar descartado para el GPS de su móvil lo sitúa en otro lugar el 19 de mayo de madrugada
Sant Boi de Llobregat
Tres de los seis de los detenidos por agredir sexualmente a una joven a la salida de una discoteca de Molins de Rei reconocen que mantuvieron relaciones sexuales pero que pidieron permiso a la víctima y fueron consentidas. Dos más niegan haber participado y en un sexto hay dudas de que estuviera allí porque el GPS de su móvil lo sitúa en otro lugar. Todos están en libertad y tienen prohibido acercarse o comunicarse a la chica.
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Tres de los seis detenidos por esta agresión sexual múltiple declararon la semana pasada ante la juez de Sant Boi que las relaciones sexuales que mantuvieron con la víctima de poco más de 20 años, habían sido consentidas. Detallaron que le habían pedido permiso y que ella accedió. En la denuncia, en cambio, la chica explicó que incluso había mordido uno de los presuntos violadores en el cuello para defenderse.
Por otra parte, dos investigados más se desentienden de las acusaciones. Niegan que participaran en esta presunta agresión sexual, que la joven denunció el 19 de mayo. Finalmente hay un sexto chico, que podría quedar descartado del caso porque él niega que fuera el coche y aporta como prueba el resultado del GPS de su teléfono móvil que aquella noche y de madrugada lo sitúa fuera de la zona donde habrían ocurrido los hechos .
La fiscalía optó por pedir que sigan en libertad porque todavía quedan muchas pruebas por practicar y hay dudas precisamente sobre la implicación de algunos de ellos, según fuentes judiciales consultadas por SER Cataluña. Si más adelante cambian las circunstancias de los investigados, podrían solicitar su ingreso entre rejas.
La juez de Sant Boi, de momento, les ha retirado el pasaporte, y a 5 de ellos les obliga a presentarse periódicamente en el juzgado, también tienen dictada una orden de alejamiento de la chica y no pueden comunicarse con ella por ninguna vía. Además, han tenido que entregar sus teléfonos móviles para buscar vídeos, fotos o mensajes que puedan aportar más luz a la investigación de los Mossos.