Armengol, el terror de los ministros
Armengol olvidó la afinidad ideológica para enfrentarse a Ábalos, con igual contundencia que a Soria y a Nadal

"La línea roja" de Matías Vallés (05/07/18)
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PALMA
Alguno de ustedes todavía recordará a José Manuel Soria, ministro panameño de Rajoy.
Pues bien, Soria tenía pesadillas con Francina Armengol, la presidenta autonómica que lo asaltaba en las ferias, sin complejos y con reclamaciones para Balears.
Tras la dimisión forzosa de Soria, su sucesor Álvaro Nadal también sufrió en primera persona las reivindicaciones de la presidenta de Balears, más amiga de la interpelación directa que de las antesalas ministeriales.
No olvidamos que se trataba de una presidenta del PSOE, enfrentada a sus enemigos naturales del PP.
La llegada al poder de Pedro Sánchez debía amainar las ansias de protesta de Armengol, pero no fue así.
En cuanto el peligrosísimo ministro Ábalos aprovechó un resquicio en los Presupuestos de Montoro para dilatar el descuento del 75 por ciento en billetes aéreos para Balears, la intrépida Armengol se abalanzó sobre su correligionario y le arrancó una visita inmediata a Madrid.
Hemos insistido en que Armengol se desplazó al ministerio de Fomento de la mano o a la sombra de Fernando Clavijo, el presidente canario con auténtica capacidad de presión.
Sin embargo, no es menos cierto que Armengol olvidó la afinidad ideológica para enfrentarse a Ábalos, con igual contundencia que a Soria y a Nadal.
Armengol se ha mostrado transversal en sus reclamaciones. Sabía que no sobreviviría políticamente sin el 75 por ciento, y ella sobrevive mejor que nadie.




