El arte de navegar a favor de viento

No parece que la jornada electoral de hoy organizada por el PP vaya a ser recordada como el día en que la militancia, de forma contundente, determinó quién liderará el partido en una nueva etapa nada fácil en la que las dudas, y esto vale para todos los partidos, son muchas más que las certezas.

En este tiempo en el que sobre el papel ya no queda espacio para el dedazo, lo cierto es que al PP se le ha atragantado la elección de su nuevo presidente o presidenta. La escasísisma participación que hoy recogerán las urnas y el resultado incierto que pueda salir del recuento, puede que sea la razón por la que la inmensa mayoría de los altos dirigentes del PP en la comunidad han preferido nadar y guardar la ropa en nombre de la imparcialidad y de la limpieza del proceso.

Sólo Silvia Clemente, presidenta de las Cortes, ha manifestado su preferencia, se ha decantado por Cospedal, algo que ha generado un sin fin de interpretaciones y teorías por parte de sus destacados compañeros de partido, los cuales han preferido desde el refugio de una aparente neutralidad esperar a ver en que dirección sopla el viento para orientar sus velas. Todo un clásico en el arte de la navegación