Aina Calvo, la elegida que elegía mal

PALMA

Si comparamos la política con la formación de un equipo de trabajo, Aina Calvo sería la primera persona que escogeríamos para nuestro bando.

Con la certeza de que dejaríamos desarmados a los competidores.

Supongamos ahora que sea Aina Calvo quien tenga que diseñar equipo, principios y proyecto.

Y aquí es muy posible que la primera alcaldesa socialista de Palma no elija tan bien como quienes la eligieron a ella.

Cuando Pedro Sánchez le retira el veto a Calvo, que apoyó a Susana Díaz, para nombrar directora de la Agencia de Cooperación Internacional a la mallorquina, nadie duda ni un segundo de que se trata de una persona óptima para el cargo.

Al contrario, nos preguntamos por qué no ha nombrado a Calvo ministra directamente.

Y recordamos que ningún político del PP balear ocupó un cargo similar en los gobiernos de Rajoy.

Pero ahora felicitamos a Calvo con la prevención de que es la bien elegida que elegía mal.

Tal vez porque confunde el perfeccionismo con la perfección, Calvo cae bien pero no cae cerca.

También le falta brutalidad, y aquí debería empezar la comparación con Armengol, pero nos ha comido el reloj.