La digestión de la serpiente
Santa Cruz de Tenerife
Serpiente de verano. En el mundo de los medios, dícese de un tema que se va estirando y estirando a lo largo de los meses de calor para que los sofocados periodistas podamos contar algo en vista de que los sofocados políticos y no menos sofocada sociedad merman su producción de noticias de manera escandalosa.
El año pasado fueron las microalgas, por ejemplo. Da igual que no haya nada que lo que informar. Se reflexiona sobre lo que podría ser y santas Pascuas. O Santa Canicula.
Este año, en cambio, no es necesario. Tenemos el 75% de descuento para residentes que, más que de verano, es una serpiente a secas. Se enrosca y desenrosca sobre sí misma de una forma tan intrincada que ya hemos perdido el rastro de dónde queda la cabeza y dónde la cola.
Aquello de Demasiados cocineros estropean el guiso empeora bastante cuando encima, tampoco se saben la receta. Y claro, van echando los ingredientes sin tino y con bicho.
Empezó NC presentando una enmienda pasada y mal madurada sin enterarse siquiera de que el año pasado el PP les había cortado los cachos chungos y añadido piña.
Esta vez, en cambio, ahí soltaron la papaya tal como iba. Y además, le agregaron leche mala...
Luego vino el PSOE y, viendo lo que había, quiso cambiar de budín a suflé porque no encontraba la harina. CC, que es de gustos tradicionales, se agarró tal berrinche que volcó pimienta sobre la mezcla.
Viendo que aquello iba a haber que tirarlo, acudió la escuela socialista balear a ver si ponía orden. Quedaron en servir una ensaimada deconstruida. Pero en medio de la confusión llegó la serpiente del Congreso y se tragó toda la masa. Y como es de digestión lenta, aún estaba con el potaje que le sirvieron hace 2 años. Y claro, la pobre vomitó Tarifa Máxima Bonificable. Que se le había atragantado.
