Encierro de alto riesgo con los trepidantes toros de Núñez del Cuvillo

Pamplona

Sembrado de sustos mayúsculos quedó el itinerario del encierro pamplonés tras la velocísima y trepidante carrera de los toros gaditanos de Núñez del Cuvillo. Los morlacos marcaron un ritmo de carrera muy exigente y en su frenética cabalgada se llevaron por delante a muchos mozos que sintieron el empuje de las astas sin llegar a cornadas. Así ocurrió por ejemplo en la curva de 90 grados que da paso desde la calle Mercaderes a la Estafeta: el toro de pelaje claro -jabonero- que lideraba la manada levantó con su testuz a un corredor que sintió después la punta del pitón en su nuca. El mismo toro golpeó con sus defensas a otro corredor que se vio sorprendido por la velocidad del animal. Sustos como los que vivieron otros corredores caídos en esos primeros metros de la calle Estafeta y con los que se embarullaron cabestros y bravos, hasta caer de forma momentánea uno de los "Cuvillos".

El peligro en el tramo de Telefónica, previo a la entrada al callejón de la Plaza, también fue muy evidente con varios mozos caídos y tres toros que se tropezaron. Uno de ellos, de color castaño, quedó unos metros descolgado y entró solo en el ruedo donde se demoró unos instantes hasta que los dobladores lograron con sus capotes atraer la atención del morlaco y conducirlo hasta chiqueros.

PARTE DE HERIDOS

Tres corredores fueron trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra debido a golpes y contusiones. No se registraron cornadas. Entre los heridos, una contusión maxilofacial sufrida por un corredor en el tramo de Telefónica, otra contusión con deformidad en un brazo y una herida no penetrante también en brazo que sufrió un tercer corredor y que fue atendida en el puesto sanitario de Espoz y Mina, muy cerca del coso pamplonés.