La obligación de estudiar
Elisa Alonso y Sara Moreno narran su historia de cómo viven el proceso de estudiar judicaturas

Palencia
Cada vez es más frecuente el seguir estudiando como opción de salida profesional. En concreto, estudiar oposiciones se ha convertido en el recurso habitual de todos aquellos que buscan un puesto fijo, sin altibajos, sin inestabilidad. Esa sensación viene un poco provocada por los datos que hay en la calle. Tenemos una tasa de paro juvenil del 32 por ciento tras el primer trimestre de 2018: 38.600 jóvenes en edad de trabajar no encuentran un puesto de trabajo.
Elisa Alonso y Sara Moreno estudiaron grado en derecho en la Universidad de Valladolid. Pero no decidieron detenerse ahí, sino que intentaron alcanzar el difícil objetivo de ser juez. El derecho nunca fue su primera opción, pero, poco a poco, encontraron la motivación para estudiar oposiciones a judicaturas.
A pesar de lo que se pueda oír por ahí, la vida del opositor no es en absoluto sencilla, aunque tampoco requiere de una disciplina monacal. Sí que es ciertamente rutinaria. De 8 a 10 horas de estudio al día, no baja y, aunque Sara y Elisa reconocen que algunos fines de semana las toque recuperar horas de estudio, un día a la semana de descanso “es obligatorio”.
La conciliación de la vida, podríamos decir, del opositor, es probablemente la circunstancia más complicada. Cada vez que ellas tienen un rato libre, no necesariamente coincide con el de sus amigos. “Ya quedaremos cuando estés de vacaciones”, le dicen a Sara.
Quizás el elemento más a tener en cuenta de esta prueba larga, y que requiere de mucha paciencia, es la valentía. El final de su camino llegará cuando las dos consigan aprobar: "Creo que no me lo voy a creer", comenta Elisa. Lo primero que voy a hacer es dormir. Puede que 24 horas seguidas", dice entre risas Sara.
Ya os queda menos: ¡Mucha suerte a las dos!




