Viveiro se prepara para los dos días grandes del Resu
La alcaldesa constata que se está desarrollando con normalidad y sin incidencias
Un momento del Resu, este jueves / Facebook Resurrection Fest
Lugo
A falta de los dos días "fuertes" del Resurrection Fest, en Viveiro, el festival se está desarrollando "con total normalidad" y "no está habiendo ninguna incidencia". Así lo confirmaba esta mañana la alcaldesa del municipio, María Loureiro, que no ha ocultado su satisfacción e ilusión por esta nueva edición del evento, la número trece, "en la que está habiendo mucha gente, como estaba previsto", dice.
Y es que serán en torno a ochenta y cuatro mil los asistentes que se pasen por el Resu durante los cuatro días, un volumen de gente para lo que el municipio se blinda y en él se despliegan hasta doscientos efectivos de seguridad.
La regidora ha destacado que es "un motor económico importante" para la zona norte de la provincia de Lugo, ya que los beneficios "se extienden a la comarca de A Mariña, Vilalba e incluso Ferrol Terra". "En Viveiro las plazas de hotel son las que son, no hay capacidad para más de dos mil personas en los hoteles y ante la cantidad de gente que se aloja en los cuatro días, las zonas de los alrededores también notan esta afluencia de público", ha explicado.
María Loureiro, alcaldesa de Viveiro, sobre los días grandes del Resu
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El punto violeta, que se estrena en esta edición del festival, está recibiendo muchos reconocimientos y está siendo "un espacio de apoyo a quienes lo demandan". María Loureiro ha aclarado que "a pesar de que en los doce años anteriores no ha habido ninguna denuncia por agresión sexual, sirve de asesoramiento ante posibles situaciones incómodas". Una iniciativa que también quiere hacer extensible al resto de eventos en Viveiro "que tengan movimiento de gente importante".
Otro de los puntos importantes del festival, el tiempo meteorológico, "está acompañando" por el momento, según ha constatado Loureiro. A pesar de que las previsiones no eran muy alentadoras, este jueves la lluvia aguantó y en la mañana del viernes tampoco había rastro de agua.
