Mallorca vive una nueva ola de turistas precipitados con 6 muertos
Cuatro de estas muertes han tenido lugar en Magaluf y tres de ellas en el mismo hotel
PALMA
Mallorca vive un verano más de trágicos sucesos con jóvenes turistas extranjeros que beben en exceso y acaban gravemente heridos o muertos tras precipitarse en sus hoteles desde una gran altura y, de hecho, en lo que va de año el número de fallecidos asciende a seis de un total de once precipitados.
Este martes, el embajador británico en España, Simon Manley, trató este asunto en Palma con la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y se refirió a "este problema tan trágico" que afecta principalmente a jóvenes de su país y a las familias porque, además de unas trágicas muertes en vacaciones, están los casos de las graves secuelas vitales que deben afrontar los supervivientes.
Años atrás, la principal causa era el "balconing", es decir, saltar entre los balcones del hotel, lanzarse a la piscina o jugar a ver quién aguantaba más colgado de la barandilla, lo que solía terminar trágicamente. Todo ello acompañado por un elevado consumo de alcohol.
Aunque la casuística es variada, la mayoría de los últimos accidentes tienen que ver con turistas muy jóvenes bebidos, en algunos casos unido al consumo de drogas, que acaban cayendo accidentalmente desde una gran altura en sus hoteles.
Por ello, el embajador británico propuso continuar con las campañas preventivas y con aumentar la seguridad en los hoteles.
Cuatro de estas muertes de este verano han tenido lugar en Magaluf, una zona turística de jóvenes británicos, donde este año ya han fallecido cuatro, tres de ellos en el mismo hotel, el Eden Roc.
El primer precipitado mortal en este establecimiento tuvo lugar en abril cuando perdió la vida una escocesa de 19 años, en junio un irlandés de 20 años y este mes un británico de 18.
En el primer caso, la muchacha no tenía la llave de la verja de la entrada, quiso saltar por un lado y cayó por un foso lateral de gran altura.
Otra trágica muerte fue a principios de este mes la de un francés de 19 años que, de madrugada, entró corriendo en un hotel de Magaluf donde no estaba hospedado, subió a la carrera a un quinto piso y cayó desde una ventana.
En marzo, un inglés de 22 años murió al caer por el balcón del quinto piso de una vivienda de la calle Aragón de Palma, donde se celebraba una fiesta.
Este miércoles, un adolescente de 14 años ha sido ingresado en estado crítico a consecuencia de las heridas sufridas al caer desde un balcón de un hotel de Playas de Muro de Mallorca.
Esta madrugada un turista británico de 42 años ha resultado herido grave tras precipitarse desde una altura de 3,5 metros en un hotel de San Antoni de Ibiza.
Desde el hospital Son Espases de Palma, el centro sanitario de referencia de Baleares, han informado hoy que en los últimos cinco años han ingresado un total de 47 pacientes precipitados, aunque esta cifra incluye tanto este tipo de sucesos, como los intentos de suicidio y los accidentes fortuitos.
Sobre la actividad del "balconing", la Policía Local de Calviá, donde se encuentra Magaluf, ha multado en lo que va de verano a tres turistas por realizar esta práctica. El importe de la sanción va de los 600 a los 1.500 euros según la ordenanza municipal, que responsabiliza tanto al autor del acto como a los que lo alientan.
El Foreign Office británico ha puesto en marcha este año una campaña en la que participa un cirujano del propio hospital Son Espases, Juan José Segura, en la que advierte a los jóvenes de las trágicas consecuencias de este comportamiento y en la que confía en no verles este verano.
La "radiografía" del precipitado, según el médico, es la de un varón en el 95 % de los casos que ha consumido grandes cantidades de alcohol en un 95 % de las ocasiones y también drogas en 30 % de los casos