Las empleadas del hogar impulsan una asociación para defender sus derechos
AUDIO/ Graciela y Ana explican en la SER las dificultades diarias para ejercer su trabajo en condiciones
Impulsan una asociación para defender los derechos de las empleadas del hogar de Baleares
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PALMA
Las polémicas ofertas de trabajo con condiciones precarias para empleadas del hogar e internas publicadas en el SOIB, y retiradas después de hacerse públicas aquí en la SER, ha vuelto a reabrir el debate sobre las condiciones en las que trabaja este colectivo.
Un grupo de trabajadoras está impulsando la creación de una asociación para defender sus derechos tal y como han hecho las camareras de piso. Hoy aquí en la SER hemos escuchado el testimonio de una de las empleadas que tras casi tres años en una casa, ha dejado de trabajar en ella por las condiciones y humillaciones que, según su testimonio, ha sufrido en los últimos años.
Graciela es inmigrante y empleada de hogar que en noviembre de 2015 empezó a trabajar en una casa en Son Ferriol. Debía cuidar de un matrimonio de personas mayores durante 24 horas al día de lunes a sábado. Primero firmó un simulacro de contrato redactado a mano en un folio, que en una de las cláusulas recogía, por ejemplo, que trabajará los 12 meses del año exceptuando domingos y festivos nacionales. El sueldo eran 800 euros al mes y lo aceptó porque no le quedaba, dice, más remedio.
Luego se le hizo un contrato reglamentario aunque, dice, no se cumplía ninguna de las condiciones. Ella pidió vacaciones o, al menos, dos horas libres al día y se las negaron.
En el contrato escrito a mano le obligaban a dormir justo al lado de la paciente para atenderla siempre que lo necesite. Ella pidio un cambio, que también le negaron.
Cuidando de uno de las personas sufrió una lesión de espalda que le impedía cargar peso. Pidió días de descanso y también se los negaron.
Precisamente para combatir y luchar contra estas condiciones, un grupo de trabajadoras que han iniciado ya los trámites para asociarse y constituir una entidad que pueda defender los derechos del colectivo. Ana, es una empleada del hogar, impulsora de esta asociación que todavía está en su fase de constitución. Denuncia que han pedido ayuda al Institut Balear de la Dona y no han recibido ninguna respuesta.