Permiten exhumar el cadáver de un vasco por si fue víctima de tráfico de órganos
El joven, enterrado en Londres, fue hallado en 2005 en Estocolmo sin corazón y sin tres quintas partes de su hígado
Londres
El Ministerio de Justicia británico ha autorizado exhumar el cadáver de Miguel Ángel Martínez Santamaría para que su familia pueda realizar una tercera autopsia que aclare por qué el cadáver del joven fue hallado en 2005 sin corazón y sin tres quintas partes de su hígado.
La hermana del fallecido, Blanca Martínez, que es la coordinadora de SOSDesaparecidos Euskadi, ha informado en un blog, en el que lleva años denunciando el caso de su hermano, que el permiso posibilitará identificar el cadáver que entregó hace 13 años a la familia la policía de Estocolmo, sin ninguna prueba de que realmente fuera el joven de Getxo.
La familia dispone de un año para practicar un test de ADN a los restos mortales sepultados en el cementerio londinense de Gunnesbury, y cotejar después sus resultados con los de su familia. Su autopsia podría dilucidar también si el joven fue víctima de tráfico de órganos.
Según lamenta la familia en su blog, "casi 13 años después desconocemos la causa, fecha y circunstancias de su muerte pero, lo que es peor, no tenemos la certeza de que el cadáver que hemos enterrado sea Miguel Angel".
"No existen fotografías del cadáver, no existe un certificado de identificación, no nos permitieron ver el cadáver, el policía de Estocolmo que llevó la investigación desconocía el lugar donde había aparecido el cadáver, es más, toda la documentación del caso está plagada de contradicciones y mentiras".
Miguel Ángel Martínez (Erandio, Bizkaia, 1960) abandonó en tren el País Vasco el 28 de abril de 2005 con más de 11.000 euros en su cuenta para realizar un viaje de vacaciones por toda Europa.
Su familia no volvió a saber de él hasta el 29 de septiembre de ese mismo año, fecha en la que recibió una llamada de una comisaría de Bilbao en la que se les comunicaban que Miguel Ángel había aparecido flotando muerto en avanzado estado de putrefacción junto a la orilla del fiordo de Lidingö, un barrio en la periferia de Estocolmo.
La policía sueca atribuyó la muerte a un suicidio y, un año y medio después, se remitió a la familia la autopsia donde se aseguraba que murió por ahogamiento.
El cuerpo fue trasladado hasta Londres, donde el joven había vivido y quería ser enterrado, y el examen post mortem que le realizaron entonces reveló que había sido mutilado.
El forense británico reflejó que el cadáver llegó sin el corazón ni la mitad del hígado, y las autoridades suecas aseguraron que el cuerpo de la víctima partió hacia Londres entero. Además aseguró que los pulmones no mostraban signos de ahogamiento ni de encharcamiento.
La Audiencia Nacional Española había solicitado la exhumación del cadáver para la realización de pruebas de ADN y determinar sí realmente es Miguel Angel la persona enterrada, y ahora la familia del fallecido ha logrado el permiso para la exhumación.