El PP lamenta que el Hotel Valonsadero ha sido expoliado

Soria

El concejal popular, José Manuel Hernando lamenta que “las instalaciones del Hotel Valonsadero se encuentran en una situación calamitosa, de abandono, degradación y expolio. Alguien ha arramplado con todo lo que había de valor (las máquinas de climatización, las cámaras y los accesorios de las cocinas, mobiliario del hotel, etc…). El edificio en sí ha sufrido los estragos del abandono y de la falta de mantenimiento y nos tememos que los daños pueden ser aún mayores en aquello que no se puede ver en una visita dirigida”. Es la conclusión tras la visita que giraron ayer los concejales populares con el conejal de Hacienda, Javier Muñoz.

Hernando ha asegurado que el Ayuntamiento permitió que el concesionario incumpliese los términos de la concesión, que le obligaban a mantenerlo abierto hasta el año 2021, a su riesgo y ventura, a cambio de “una ridícula penalización de 12.000 euros”, que era el importe de la garantía del contrato. Además explica que el Ayuntamiento no se molestó en verificar el estado de las instalaciones. También ha manifestado que el Ayuntamiento no fiscalizaba, de ningún modo, el uso del Hotel Valonsadero, “hasta el punto de que cerró el negocio sin enterarse”.

El concejal popular insiste en que “La desidia del Ayuntamiento ha permitido que unas instalaciones valiosísimas hayan perdido gran parte de su valor, que un elemento tan importante y tan querido de nuestro patrimonio se haya degradado hasta el punto de que necesitará inversiones de cientos de miles de euros solamente para ponerlo en estado de servir para cualquier fin”.

La explotación de estas instalaciones se venía haciendo a través de una concesión administrativa a favor de un empresario, con fecha de terminación en el año 2021 que cerraron, “de un día para otro. Parece ser que fue entre 2015 y 2016 pero no fue comunicado a ningún órgano del Ayuntamiento”.

Muchos meses después, en octubre de 2017, el adjudicatario pidió la rescisión de la concesión por causa de falta de rentabilidad (no era un motivo contemplado en el Pliego) que el Alcalde concedió el mes siguiente, si bien no se hizo efectiva hasta 4 meses después, que son los que tardó el empresario en retirar los enseres del negocio.