Cendón sobre el alcalde de Hospital: "Si me ocurriera eso, me faltaría tiempo para irme a mi casa"
El secretario provincial censura éticamente las conversaciones de Enrique Busto, Silván y Quiñones con Ulibarri
León
Uno de los políticos que queda señalado en esas conversaciones es el alcalde de Hospital de Órbigo, el socialista Enrique Bustos. Su posicionamiento a favor de una empresa de José Luis Ulibarri en una mesa de contratación queda reflejada en una de las conversaciones. Estaba en juego un contrato de un millón de euros que finalmente Ulibarri no se llevó. Busto le llamó para justificar ese resultado contrario al empresario.
En una actitud servil en la que trata de usted al empresario encarcelado e imputado también en la trama Gurtel, se justifica en reiteradas ocasiones. Busto llega a decirle que no piense mal de él y que cuando se compromete a algo da "su cuerpo entero". Una expresión literal con la que reconoce que había apalabrado el apoyo al empresario antes incluso de conocer los detalles de las ofertas que optaban al contrato. Bustos en declaraciones a RadioLeón ha tratado de justificar esta actitud.
La dirección del PSOE no le ha pedido que dimita, pero apelan a su ética para actuar en consecuencia a la regeneración política que promulga la nueva dirección nacional de Pedro Sánchez. El secretario provincial dice que él ante situaciones como esta se marcharía. Una situación que Cendón extiende también a otros políticos, del PP, que quedan especialmente señalados y cuestionados por estas grabaciones como el alcalde de León Antonio Silván y el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez Quiñones.
En esa grabación, tanto Ulibarri como Busto señalan al alcalde de Turcia como uno de los responsables de truncar el contrato del empresario investigado. José Luis Casares votó por otra empresa. En conversación con esta emisora, el alcalde de Turcia, también socialista, reconoce que le llamó la atención el interés de Busto por participar precisamente en esa mesa de contratación a pesar de que su municipio, Hospital de Órbigo, no tenía ninguna necesidad de ese servicio.