El show de Quico
El presidente ha logrado una venta histórica con el traspaso de Jefferson Lerma por 30 millones de euros al Bournemouth y que ahora tendrá que reinvertir para elevar el nivel competitivo de la plantilla granota
Valencia
Los abonados del Levante no necesitan acudir a las salas de cine o al teatro para vivir emociones fuertes, porque en el pase anual ya viene incluida la representación que ofrece su presidente en cada mercado y en el que cada semestre logra superarse, dejando boquiabiertos a propios y a extraños tras cada actuación.
La de Lucas Pérez fue un completo fiasco, la de Arouna Koné fue una humillante decepción, pero este verano lo ha ‘petado’ con el espectáculo protagonizado con Jefferson Lerma. Brutal.
El ‘presi’ estaba con ganas, quería preparar una de esas funciones en las que el respetable sintiera angustia, tuviera miedo a lo desconocido, percibiera el pánico a perder la oportunidad de sus vidas y con un final explosivo que provocase una atronadora ovación en el patio de butacas.
Quico ha vuelto en su máximo esplendor. Está en un momento de forma increíble. Había anunciado su adiós de los escenarios para diciembre de 2019 pero ahora no se puede ir porque su público le pide más y él nunca tiene bastante. Las quiere ganar todas, aunque a veces pierda.
El traspaso de Keylor Navas al Real Madrid fue su opera prima, con aquel giro argumental que dejó sin respiración al Bayern de Múnich y que sirvió para satisfacer una deuda irreversible con la Agencia Tributaria, pero sin duda la venta de Jefferson Lerma al Bournemouth es su obra maestra.
Nos ha tenido en vilo durante tres semanas, sin saber si la oferta del equipo de la Premier League le haría cambiar la opinión firme y contundente que adoptó junto a su Consejo.
Mensaje de club. Lerma no se vende porque es imprescindible para Paco López y no tenemos la necesidad de desprendernos de futbolistas importantes porque priorizamos lo deportivo a lo económico.
¡Qué bueno! Era un farol y los del Bournemouth se lo tragaron. Fíjense, si el engaño era de tal magnitud que hasta Tito, su director deportivo, no tenía preparados los recambios hasta hace unos días. Enorme ese requiebro.
¿Y lo de Dwamena? Tener al delantero, que te han ofrecido en una operación conjunta con Lerma, pasando la revisión médica con el CSKA y dilatando su firma con los rusos durante dos días, mientras Roger Martí es el único atacante que tiene Paco López en el equipo. ¡Qué vértigo!
Vaya palo les ha pegado a los ingleses, que empezaron poniendo 20 millones y les ha sacado hasta la cerilla de los oídos, como dijo Lopera a Juan Soler en el traspaso de Joaquín al Valencia previo paso por las oficinas del Albacete Balompié. ¡Desternillante!
Incluso ese cuidadoso detallito de los 500.000 euros en variables, si Lerma juega 19 partidos en la Premier, para que públicamente parezca que son unos ‘eurillos’ más, de los 30 kilos que pacto hace una semana con el Bournemouth y que casualmente coincide con la cantidad que el Levante aumentó para fichar a Dwamena y que se ha cerrado en 6,25 millones de euros en contra de los 5,75 que se habían acordado antes del momento álgido de la negociación.
Ese punto en el que Quico alcanza el éxtasis, cuando el empresario ruso, que comparte la propiedad de los dos clubes, herido en su orgullo rompió la operación, envió a Dwamena al CSKA de Moscú, para terminar pagando 5 millones de euros más por Lerma tras un último apretón del insaciable. Un genio.
¿Se acuerdan ahora de Robert Sarver? El yanqui que quiso comprar el Levante a cambio de acabar con la deuda y que prometió que inyectaría en la primera plantilla 12 millones de euros. ¡Toma Moreno! qué diría Rockefeller.
José Manuel Alemán
Redactor de Deportes en Radio Valencia