Redes humanas contra la soledad
En busca de soluciones y medidas de choque ante el aumento de muertes de personas, sobre todo mayores, que viven solas en sus hogares en Zaragoza
Zaragoza
Es necesario construir redes humanas para evitar más casos de soledad. Es lo que reclama Rosa Plantagenet-Whyte, gerontóloga y presidenta de la ONG Seniors en Red, una petición que hace ante el aumento de personas mayores que fallecen en la soledad de su vivienda. Las asociaciones de vecinos de Zaragoza también se muestran preocupadas. El 6% de los hogares aragoneses son unipersonales.
Ha sido el caso, esta semana, de tres hombres y una mujer, de entre 44 y 74 años. Todos padecían problemas crónicos de salud, pero la cuestión de fondo es la soledad, señala Plantagenet-Whyte, porque "es un parámetro que desarticula" al ser humano, que es "sociable, necesita vivir para y por otros". Es decir, "necesitamos el contacto humano y está desencadenándose una enfermedad social, por así llamarlo".
Incide en que los servicios sociales tienen que fomentar las relaciones entre personas sin compañía. "No son solo para tramitar administrativamente subvenciones, sino que tenemos que hacer que los Servicios Sociales favorezcan las redes humanas a través de asociaciones y voluntarios". Esta situación que, en palabras de Plantagenet-Whyte, acaba convirtiendo el hogar "en una cárcel". Estas personas mayores "necesitan ser supervisadas y se nos están quedando solas y aisladas en sus domicilios".
Las víctimas son, mayoritariamente, personas de avanzada edad, aunque también algunas son jóvenes. En lo que llevamos de año, 15 han fallecido en la soledad de sus domicilios de Zaragoza.
Esta realidad preocupa a las asociaciones de vecinos de la capital aragonesa. Sostienen que la administración y los barrios tienen que implicarse para que estos ancianos se sientan acogidos pero también para tener controlada a esta población. Juan Andrés, de la Federación de Barrios, señala que "se han perdido las redes sociales, es decir, la panadería, la verdulería... en todos los barrios han empezado a desaparecer y la gente está realmente sola". José Luis Rivas, de la Unión Vecinal Cesaraugusta, propone "hacer un recuento, que tampoco pasa nada". Por ejemplo, "existe el botón automático que te comunica con una central; tendría que ser casi obligatorio para las personas que viven solas". Asegura que el Ayuntamiento de Zaragoza "es perfectamente capaz de pagar eso".