El terremoto en Monterroso se salda "sin daños ni incidencias"
La tierra tembló a una intensidad de 4,1 grados en la escala Richter alrededor de las 2:30 de la pasada madrugada
El seísmo se percibió en los municipios limítrofes
Casa consistorial de Monterroso, donde se situó el epicentro del terremoto / Google Maps
Lugo
El teniente de alcalde de Monterroso, Marcelino Vázquez, ha acreditado este martes que lo del terremoto, de esta madrugada que alcanzó los 4,1 grados en la escala Richter, se ha saldado “sin daños, ni incidencias”.
Esta pasada madrugada, al filo de las dos y media, el Instituto Geográfico Nacional detectaba un seísmo de 4,1 grados de intensidad, con el epicentro en el sureste de la localidad de Monterroso en la provincia de Lugo.
Un “estruendo” que se percibió en los concellos limítrofes, como Sarria o Taboada, aunque también llegó a apreciarse en la capital lucense, según el relato de varios vecinos de la ciudad.
El teniente de alcalde monterrosino, el alcalde Miguel Rico se encuentra de vacaciones, confesó que él no se había enterado, “sueño profundo”, aunque cuando llegó al concello, sobre las ocho de la mañana, le informaban desde el Grupo de Emergencias Supramunicipales (GES).
“Me dicen los del GES que los llamaron principalmente de Monterroso, y también de otros concellos limítrofes, y todos preocupados por sí tenían que salir de las casas o permanecer dentro, en definitiva que medidas había que tomar”, subraya.
Sitúa la hora “entre las dos y veinte y dos y media” cuando se oyó “un fuerte estruendo”, e incide en que desde el GES le apuntaron que “parecía que les andaban robando la maquinaria del ruido que producía”. Marcelino Vázquez se ha congratulado de que no se produjera “ningún daño, ni incidencia”, despachando que fue “más grande el susto” que otra cosa.
Marcelino Vázquez, primer teniente de alcalde de Monterroso
01:34
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Concreta que en Monterroso, “es el primero o segundo (terremoto) que tiene aquí su epicentro, pero éste ya fue bastante fuerte”, y es que no hay un precedente, en cuanto a intensidad, desde hace más de 20 años en que en Becerreá, en mayo de 1997, se producía un seísmo que superaba los cinco grados de intensidad (5,1) en la escala Ritcher.
“No sabemos que pasa, antes era la zona de Triacastela y por ahí, pero ahora se debió de venir algo para aquí. Debieron cambiar las estructuras de la tierra y tenemos los epicentros más cerca”, trata de buscar una explicación a este seísmo que se ha traducido “más en un susto” que daños o incidencias haya provocado.
