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Baleares carece de normativa autonómica que obligue a instalar desfibriladores en zonas de gran afluencia de personas

Los expertos estiman que los primeros 5 minutos son clave para salvar a una persona que sufra una parada cardiorrespiratoria

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Palma de Mallorca

Otras regiones como Madrid ya han tomado nota y los espacios públicos con aforo igual o superior a 2.000 personas deben tener instalado uno de estos aparatos, así como los hoteles que tengan más de 100 plazas. Aunque en las Islas no es obligatorio, la empresa de cardioprotección B+Safe indica que en nuestra comunidad hay muchas empresas privadas que los han instalado, debido precisamente a la alta concentración de personas que se produce durante los meses de verano. Caridad de Ugarte, portavoz de B+Safe, explica que al tratarse de un lugar turístico hay mayor concienciación con respecto a la necesidad de instalar desfibriladores. Por ejemplo, el Club Naútico de S'Arenal, en Mallorca, fue el primero de su categoría en instalar un aparato de estas características. Además, playas como la Colonia de Sant Jordi o Muro también cuentan con un desfibrilador, y en las Pitiusas también se han instalado dos. 

Caridad de Ugarte insiste en que el tiempo de respuesta es fundamental cuando una persona sufre una parada cardiorrespiratoria. Los primeros 5 minutos son vitales, ya que a partir de ahí el paciente puede sufrir secuelas o morir. En este sentido, B+Safe insiste en la necesidad llevar a cabo mayor formación, por ejemplo en las escuelas, para saber cómo actuar en caso de que alguien sufra una parada.

 
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