La ordenanza de convivencia cumple cinco años
Vecinos y colectivos juveniles creen que la norma ha fracasado porque "no ha resuelto problemas"

Ser Gijón

Gijón
Se cumplen cinco años de la entrada en vigor de la ordenanza de convivencia en Gijón. En este tiempo, se han impuesto más de 4.000 sanciones, la mitad relacionadas con el consumo de alcohol en la calle. El Ayuntamiento ha constituido una comisión para abordar la revisión de una norma que no está funcionando, advierten desde el movimiento vecinal y los colectivos juveniles.
Álvaro Granda, presidente del Conseyu de la Mocedá, cree que "no ha servido para dar una respuesta eficaz a los problemas de consumo entre los jóvenes ni para solucionar los conflictos en las zonas afectadas por la práctica del botellón".
Su aplicación afectó especialmente a la plaza del Lavaderu, en Cimadevilla, donde hoy apenas hay concentración de jóvenes bebiendo. Pero el botellón se ha diversificado en diferentes zonas del barrio, y desde la asociación de vecinos, Sergio Álvarez, asegura que se han agravado algunos problemas "como las pintadas".
La ordenanza prohíbe y sanciona también atentados contra la dignidad de las personas, la prostitución, la degradación visual del entorno, el uso impropio del espacio público, las actitudes vandálicas y la prestación de servicios no autorizados.

Sergio Díaz
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