Iñigo Peña brilla en el Mundial

San Sebastián

Iñigo Peña cumple con creces el objetivo que tenía en el Mundial de Portugal de piragüismo, en la modalidad de aguas tranquilas. El palista zumaiarra ha brillado con luz propia al volverse a casa con dos medallas colgadas del cuello: una medalla de plata en el K2 1000 metross junto a su inseprable compañero Paco Cubelos; y otra de bronce en la misma distancia, 1.000 metros, pero con el K4.

Peña acudía con muchas posibilidades de seguir aumentando un palmarés que empieza a ser envidiable, pero no se quería poner ninguna meta. Y poco a poco a ha ido superando los obstáculos hasta lograr las dos medallas, que han tenido más dificultad de lo que desde fuera pueda parecer. En el K2 superaron sin apuros la regatal clasificatoria, rompiendo el fuego de la competición con un buen segundo puesto, pero no consiguiendo el premio de meterse directamente a la final ganando su serie. Tuvieron que ir a semifinales, donde sufrieron bastante, porque se metieron terceros, in extremis, sacando sólo centésimas al cuarto. Y ya en la final estuvieron a la altura que llevan ofreciendo desde hace ya muchos meses, y Peña y Cubelos pelearon por la medalla de oro, quedándose al final con una más meritoria segunda posición.

Con el K4 en la distancia de 1000 metros, Iñigo Peña tenía menos opciones de subir al podio, pero viendo el nivel del bote todo podía ocurrir. Y ocurrió que han completado una competición sobresaliente, logrando una medalla de bronce que sabe casi a oro, por la dificultad de conseguirla. El zumaiarra ha sido vital en estas dos medallas, demostrando que no para de crecer, y que su techo es indefinido. De momento, debe pensar en mantener este nivel el próximo año, cuando se ponen ya en juego las plazas para los Juegos Olímpicos, porque Tokio 2020 ya empieza a asomar la cabecita a la vuelta de la esquina.