Como las vacas mirando al tren
Pese la alta rentabilidad de la línea, para los responsables ferroviarios el nuestro no parece un destino glamuroso

La Columna de Carlos Arcaya | 30/08/2018
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Alicante
Si hacemos una aproximación holística -con perdón por la pedantería- al incremento de seis minutos en la duración del trayecto del AVE entre Alicante y Madrid, vemos que para los responsables ferroviarios, el nuestro -pese a su alta rentabilidad- no es un destino glamuroso, no están precisamente fascinados por él. O es que nosotros no nos hacemos valer.
Es cierto que los seis minutos tienen la importancia que tienen; aunque Renfe nos vendiera el hecho como un mero efecto colateral del cambio de los motores de los trenes de alta velocidad más vetustos de nuestro país. Pero el problema es que hay que ir sumando nos les diré agravios, pero sí muestras de escasa disposición.

La Columna de Carlos Arcaya / Cadena SER

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No es solo que -vuelvo a repetir- pese a sus buenos resultados, la nuestra, haya sido una de las últimas líneas en ejecutarse -se discriminó por motivos políticos-; que el recorrido elegido tampoco fuera el más adecuado; que ya veremos cuando llega a Elche; que no tenemos estación intermodal; o que los trenes sean los más antiguos.
En fin, que si nos fijamos en la historia del AVE a Alicante, hay argumentos para quedarse como las vacas mirando al tren.

Carlos Arcaya
Licenciado en Ciencias de la Información por la EHU-UPV. Redactor de Radio Alicante desde 1992, antes...




