Flamencos llegados de Francia, Turquía, Argelia o Italia llegan a Ciudad Real para invernar
La laguna de Caracuel ha sido uno de los lugares elegidos por esta especie, gracias a las lluvias de este invierno y la presencia de comida en el lugar
(EFE)
Ciudad Real
La laguna de Caracuel, enmarcada en el Campo de Calatrava, es el lugar elegido este año por miles de flamencos comunes, algunos de ellos llegados de puntos tan distantes como Francia, Turquía, Argelia o Italia, tras pasar allí el verano y con la intención de pasar el invierno y parte de la primavera en nuestra provincia.
El número de ejemplares observados en este humedal ha llegado hasta los 2.275, según el último censo realizado por naturalistas, ornitólogos, anilladores, biólogos e ingenieros a través de la Sociedad de Historia Natural de Ciudad Real (SHNCR).
Además de la procedencia extranjera de estos flamencos, también hay flamencos nacidos en la Península Ibérica, que proceden de la Laguna de Fuente Piedra en Málaga, otros de las Marismas de El Rocío, las Marismas de Hinojosos o las Marismas del Odiel en Huelva y, otros del Delta del Ebro, en Tarragona.
Según explicaba a los medios Ángel Coello, naturista y miembro de SHNCR, el historial de vida de alguno de los flamencos anillados ofrecen datos muy curiosos y relevantes sobre la vida de estos. Por ejemplo, uno de los ejemplares fue anillado en julio de 1994 en la laguna de Fuente Piedra, y a lo largo de estos años se ha podido saber que ha pasado por Italia, Francia, Túnez o Argelia, por lo que en sus 24 años de vida ha podido volar más de 16.700 kilómetros.
Otros datos curiosos indican que algunos ejemplares oberservados siguen vivos alcanzando una edad mucho mayor a la habitual. Es el caso de uno, anillado en 1979 en Francia, que ha alcanzado la edad de 39 años cuando la esperanza de vida de esta espefcie es de entre 25-30 años.
Se estima que las causas que han podido llevar a incrementar los ejemplares de este año en la laguna de Caracuel, pueden ser el nivel de agua de este invierno y primavera, que ha sido mucho más numeroso, a lo que se uniría también una mayor presencia de comida.
