Padilla, De Justo y Carlos Aranda a hombros en Daimiel

Daimiel

Juan Domínguez. Con dos tercios de entrada media se han lidiado toros y novillos de Guadalmena bien presentados y de buen juego en líneas generales.

Juan José Padilla dos orejas y oreja

Emilio de Justo dos orejas y oreja

Carlos Aranda oreja y dos orejas

Interesante festejo el vivido en Daimiel con una buena corrida de Guadalmena que siguió la estela torista propia de una afición como la daimieleña. Los toros de aceptable presencia con un encierro en los que casi todos los astados estaban cerca de los cinco años. Además de la buena percha dieron buen juego posibilitando el triunfo de la terna que salió en volandas en medio de una tormenta final de triunfo y en lo climatológico también, por que se formó sobre Daimiel una tempestad de dimensiones antológicas al finalizar la corrida. Resaltar también, la buena gestión de Tauroemoción que ha conseguido que acuda más público del que era habitual en esta plaza en los últimos años.

Abrió cartel Juan José Padilla en la que era su despedida de la provincia de Ciudad Real. Recibió y dio como viene siendo ya habitual, el continuo cariño del público y el torero en continua conexión con ellos. Su primero fue un toro noble pero con escaso fuelle que fue conducido por las cuidadosas manos de Padilla con temple y suavidad. Buenos detalles, entrega máxima Y una estocada de efecto fulminante le valieron el corte de dos orejas.

El quinto de la tarde tenía buen aire en su embestida pero se acabó muy pronto. Todo lo tuvo que hacer el torero sacando agua de un pozo prácticamente seco. El esfuerzo tuvo su premio y paseo un apéndice.

Emilio de Justo entró en el cartel al sustituir a Sebastián Castella. Volvió a mostrar esa gran dimensión de torero que está llevando a gala en sus importantes actuaciones esta temporada. Un torero que se encontraba prácticamente en el ostracismo, y que por méritos propios se ha vuelto a poner en boca de todos los aficionados.

El torero de Cáceres mostro verdad y toreo del caro en sus dos toros, con un brillante manejo de capote y con muletazos de profundidad, de encaje de riñones, de descuelgue de hombros en ambos trasteos, sobre todo con la mano izquierda. Su rotundidad, su firmeza y su buen toreo fueron los ingredientes necesarios para conseguir tres orejas y realizar, sin duda lo más artístico de la tarde.

Cerró el cartel el novillero Carlos Aranda, al que vimos esa continua evolución que le está llevando a hacer el paseíllo más tardes esta temporada, y con una alternativa que se antoja muy pronto. Todo sucedió ante unos paisanos que le exigieron mucho, no regalándole nada. Su primero, con el que estuvo muy entonado fue un animal que se paró mucho. Había que sacarle los muletazos de uno en uno, y eso no termino cortando una oreja tras ser prendido de una forma fea al matar, afortunadamente sin consecuencias.

El último de la tarde al que brindó a sus compañeros de cartel fue a más conforme avanzaba la faena de muleta. Estética, mucho ajuste y profundidad, algunos cambios de mano memorables o ese buen toreo al natural que convencieron a sus paisanos. Buen novillo, de nombre “Lastimado” premiado con la vuelta a la rueda al que corto las dos orejas y muy buena actuación de Carlos Aranda en Daimiel.