Un Recinto ferial "nuevo"

Albacete

El Recinto Ferial ya luce como nuevo tras las obras de los últimos meses. Actuaciones que se han centrado en la consolidación de las estructuras de las cubiertas, además de la mejora en accesibilidad, por ejemplo. Poder llegar hasta la Virgen será uno de los accesos que se verán mejorados este año, tras la instalación de un ascensor hasta la capilla. El segundo de ellos da acceso al Salón de Subastas.

Se trata de una restauración integral que comenzó a finales de septiembre del año pasado, y por la que se han visto intervenciones para dejar el pavimento al mismo nivel, entre otras. También se han recuperado otros elementos del recinto, deteriorados por el paso de los años y otras remodelaciones anteriores.

La sartén y sus aledaños se han visto transformados durante este año para vestirse de gala durante esta Feria. En el proceso del "lavado de cara", se comenzó eliminando los "añadidos" que se habían ido haciendo a lo largo del tiempo. En ellos entran los falsos techos de escayola, los mostradores o las divisiones que se han ido creando, como algunos elementos decorativos que no forman parte del proyecto protegido del recinto.

De esta forma, se ha trabajado para consolidar las cubiertas de adobe y cañizo que cubrían los casi 22.000 metros cuadrados, y se encontraban en peor estado, además de restaurar muros, pilares y arcos, para consolidar las fachadas. En el caso de las estructuras de madera y cañizo en las cubiertas, se han arreglado o sustituido por un tablero aglomerado, con las mismas tejas que existían con anterioridad encima. A partir de ahora, se busca un correcto mantenimiento de su estructura, además de recuperar otros espacios perdidos.

Según apuntaba el arquitecto municipal Juan Valverde en los primeros meses, cuando "el bien más preciado de nuestra ciudad" se llenó de escombros, las obras comenzaron en la zona de la Lonja y las plazas de Talabarteros, que son las que en "peor estado" se encontraban en cuanto a estructura y cubierta. Dicha remodelación integral incluye la conservación de la imagen histórica de la arquitectura del recinto. También se ha tapado parte del tendido eléctrico y se han dejado todos los stands con sus correspondientes tomas de agua, luz y salida de humos. Más allá de la remodelación, también se ha demolido el interior de las zonas de aseos. Estos se han reconstruido con nuevas tomas de agua y saneamiento., y también se cuenta con nuevo cableado de fibra óptica, para facilitar el acceso a Internet.

El objetivo: darle "más usos" y utilizarlo "más meses", tal y como se hacía en torno a la festividad de San Juan, y que este año por las obras se trasladó a la Caseta de los Jardinillos. Como explicaba el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha al inicio de las obras, José Julián Gregorio, se hace para "dar un mayor valor a un espacio emblemático por su valor histórico, cultural y sentimental para toda la provincia". "Es una rehabilitación integral para volver a los vestigios de la Feria, para vestirla mucho mejor sin perder la originalidad y la tradicionalidad" y, además, poder adecuar el Recinto a otros usos, apuntaba el alcalde Manuel Serrano.

La sorpresa respecto al fin de las obras vino con la visita de María Dolores de Cospedal, entonces como Ministra de Defensa a la ciudad, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Hacia mediados de abril anunciaron que dado el "buen ritmo" al que avanzaban las obras, podrían finalizar antes de lo previsto, aunque su período de ejecución se estimaba en 22 meses, divididas en dos fases.

Así, tras la Feria de 2018, queda la remodelación del círculo interior, donde se ubica el Templete. Las obras –si se cumplen las previsiones- acabarán definitivamente a finales de este año. Una inversión del Ministerio de Fomento de dos millones y medio de euros, procedentes del 1,5% cultural, dentro del programa de rehabilitación del patrimonio arquitectónico español.