Fallece Anastasio Gil García, director nacional de Obras Misionales Pontificias
El sacerdote segoviano natural de Veganzones (Segovia) dirigía el organismo religioso desde 2007 y fue el pregonero de la Semana Santa de Segovia en 2012
Anastasio Gil García, en una recepción con el Papa Francisco / CADENA SER
Segovia
El director nacional de Obras Misionales Pontificias (OMP), el segoviano natural de la localidad de Veganzones, Anastasio Gil García, ha fallecido este viernes 7 de septiembre de 2018 en Madrid tras casi un año de enfermedad. OMP es la institución de la Santa Sede encargada de apoyar la actividad misionera de la Iglesia. En la actualidad, más de 11.000 misioneros españoles desempeñan su labor en los territorios de misión.
El hasta ahora director nacional de OMP ha fallecido acompañado de su familia, y tras recibir los santos sacramentos. Sus restos mortales se velarán en el Tanatorio Norte de Madrid, donde este jueves se celebrará un funeral a las 19,00 horas. Este sábado recibirá sepultura en el cementerio de Veganzones (Segovia), su pueblo natal, ha informado OMP.
El fallecido fue nombrado pregonero de la Semana Santa de Segovia por la Junta de Cofradías en el año 2012 en un pregón leído en la Capilla del Santísimo Sacramento de la Catedral de Segovia.
Anastasio Gil García nació el 11 de enero de 1946 en Veganzones (Segovia) y fue ordenado sacerdote con 24 años en la diócesis de Segovia, aunque en 1983 se incardinó en la diócesis de Madrid.
Licenciado en Teología por la Universidad de Comillas en 1970, completó sus estudios con una diplomatura en Psicología Educativa en 1972, y con un doctorado en Teología por la Universidad de Navarra en 1981.
Su primera ocupación pastoral fue como capellán y profesor de religión en el Colegio Montealto de Madrid, lo que compaginó con su trabajo de profesor de Pedagogía Religiosa en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.
En ese tiempo fue también coadjutor en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Algete; y en 1987 fue nombrado delegado de Catequesis de Alcalá de Henares, que por aquel entonces era una vicaría de la archidiócesis de Madrid, y pasó posteriormente a ser diócesis, con él mismo al frente de su Delegación Episcopal de Catequesis.
En 1988 fue nombrado subdirector del Secretariado Nacional de Catequesis de la Conferencia Episcopal, servicio que desarrolló hasta que en 1999 dio el salto al mundo misionero. En este periodo de tiempo continuó con su labor docente, como profesor de Teología y Didáctica de la Religión en la Escuela Universitaria Fomento Centros de Enseñanza, y de Pedagogía Catequética en la Facultad de Teología San Dámaso.
En 1999 fue nombrado director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, y en 2001 asumió la subdirección nacional de OMP, con monseñor Francisco Pérez González al frente de esta entidad. En 2011 fue nombrado director nacional de la institución pontificia, cargo que en el que fue confirmado en 2016, y que ha desempeñado hasta el final de sus días.
Entre 2006 y 2011 dirigió el Fondo Nueva Evangelización de la CEE; desde 2011, la cátedra de Misionología de la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid, y desde 2008 era vicepresidente de la ONG Misión América.
En el ámbito internacional, contaron con su experiencia en diversas instituciones misioneras dependientes de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos en Roma. Por otra parte, a lo largo de su trayectoria publicó numerosos libros y artículos de temática catequética, pedagógica y misionera.
Según destaca OMP, el esfuerzo y dedicación de Anastasio Gil García han contribuido decisivamente a renovar e impulsar la animación misionera en España a través de las 69 Delegaciones Diocesanas de Misiones y apostando por una labor de concienciación misionera.
"Aunque él nunca estuvo como misionero en los territorios de misión, ha entregado su vida por amor a la evangelización y al trabajo de los misioneros en toda la Tierra", señalan desde OMP.
El subdirector nacional de OMP España, José María Calderón, ha destacado su "capacidad de trabajo, su espíritu de servicio y sacrificio, su honradez y preocupación por la transparencia en todos los trabajos que se han realizado" así como "su profundo espíritu misionero".
