Un alarde de intolerancia y desigualdad

Bilbao

6 meses exactamente después del 8-M y las históricas manifestaciones de ese día, en Hondarribi arreciaban los pitos e insultos contra la compañía Jaizkibel y las mujeres soldado en uno de los alardes más agresivos de los últimos años.

Hace seis meses, en plena resaca de la marea violeta, les decía que tenía que ser un punto de inflexión en la lucha contra la desigualdad. Seis meses después confieso mi decepción: la mesa de la brecha salarial se reunió dos veces (el gobierno anuncia una estrategia para este mes), no ha habido fiesta importante este verano sin denuncia de agresiones sexuales, y sigue aumentando el número de mujeres víctimas de delitos, un 7 por ciento, hasta junio, pero el Gobierno vasco renuncia a aprobar una ley específica de violencia machista, que estaba en su calendario normativo.

Pensaba que, por lo menos, estábamos ganando la batalla de la concienciación. Hasta el sábado en Hondarribi. ¡Qué alarde de intolerancia y desigualdad!