La Bienal de Flamenco salda su deuda con la cantaora Argentina
La artista onubense canta por primera vez en la Bienal de Flamenco y lo hace con honores
La Bienal de Flamenco acaba de saldar su deuda con la artista onubense “Argentina"·. La Bienal no ha contado con ella hasta ahora. Pese a la valía de la cantaora no pudo formar parte de las últimas tres ediciones de la Bienal de Flamenco. Para muchos, algo que no era justificable. Ahora se saldan cuentas y mientras la Bienal reconoce la valía a de la onubense, ella ha respondido con su entrega a Sevilla, esta noche, en el Patio de la Montería, en el Alcázar de Sevilla, a golpe de tanguillos. En este mítico lugar se han superado ingratitudes.
El concierto de Argentina se iniciaba con una Asturiana, para dejar paso a unos Tanguillos. Con una temperatura agradable y con el aforo casi al completo, sonaba la voz de Argentina regalando tientos y tangos y bordando unas tarantas para encontrase, al poco, con unos fandangos naturales. Un repertorio intenso, de doce propuestas, que incluían una hermosa rondeña, cumples por bulerías y unas maravillosas alegrías y que fue uno de los palos que más disfrutó el público. Argentina ha recordado el año que pasó por Sevilla, sus recuerdos en la Fundación de Cristina Heeren , de donde salió como una promesa del cante y que ahora se demuestra. Además, la cantaora venía arropada con tres guitarras, las de "El Bolita", Eugenio Iglesias y el joven Jesús Guerrero. También había potencia en las palmas y jaleos, con Torombo , al frente y los Mellis .
Pero Argentina, además de hacer su aparición en Sevilla, por la puerta grande, también traía un bagaje y una memoria, para recordar que en la Bienal de 2014, junto al recordado José Menese, estuvo junto al cantaor interpretando una “Mariana” . Sin embargo, tras el paso del tiempo, ha sido Argentina la que ha dado vida a esta Mariana, en solitario, y haciendo las ganas de más de los espectadores. El público se marchaba del Alcázar haciendo halagos de los fandangos que ha regalado a Sevilla la Argentina. Fandangos que sonaban con un coro a lugares como El Cerro, Santa Olalla y Al monaster de la Real. Para ello se trajo a varios coros, dando colorido a una calurosa noche en la que Argentina demostró injustificada la tardanza de su entrada en la Bienal de Flamenco.