¿Es Tangentópolis? No, es Málaga

Cadena Ser

Málaga
Ayer dos funcionarios de Urbanismo en Málaga, dos responsables del departamento de infracciones urbanísticas, pusieron contra las cuerdas al equipo de Gobierno del PP, y en particular al alcalde, al desvelar que recibían, de sus concejales, la instrucción de mirar para otro lado ante obras ilegales.
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El aguijón de Teodoro León Gross
¿Y?
Pues nada. Se dice en sede institucional algo así de tremendo, y no pasa nada. Se describe esa escena siciliana que afecta a los concejales Teresa Porras y Francisco Pomares, dos políticos de habilidades elásticas, casi viscosas, para cruzar las líneas rojas pero mantener el favor del alcalde… y no pasa nada.
Entonces, ¿Para qué sirve la comisión de investigación?
Quién sabe. Quizá ésta solo sea una pregunta absurda, como ¿dónde está la otra mitad del Medio Ambiente? o ¿por qué abrimos la boca cuando miramos al techo? De momento en Málaga, tres comisiones de investigación después –el museo de las gemas, el escándalo de Limasa y ahora Urbanismo– solo han servido para desvelar miserias de las que el alcalde, como los viejos virreyes de las Indias, acusa recibo pero no se da por enterado. Esta vez De la Torre ni siquiera ha asistido. Y los concejales bajo sospecha –por pedir a los jefes de inspección que mirasen para otro lado ante aquellas obras ilegales– lógicamente están haciendo una gran carrera política en el ayuntamiento de Tangentopo… perdón, en el Ayuntamiento de Málaga.




