El Numancia se autoinmola en la Copa del Rey

Soria

Un 0-2 al descanso es un resultado difícil de remontar. Más aún con el componente piscológico de haberte marcado ambos goles en propia puerta. EL Sporting propuso poco y se llevó un gran botín ante un Numancia que sufrió desde el principio por sus propias carencias en la salida del balón y que, aunque mejoró, no se vio capaz de igualar el encuentro, pese al tempranero 1-2 en el segundo periodo. El Sporting supo gestionar su renta y estará en el bombo de la Copa.

Desde el primer minuto el Numancia se encontró con problemas en la salida del balón. Con un canterano debutante (Marcos) y un poco habitual (Grego Sierra) como pareja de centrales, la conexión con Larrea, el encargado de iniciar el juego de los locales, no era nada fluida. Muchos sustos y pitidos desde la grada desde el primer momento hacían presagiar lo que luego ocurriría. Tardó, pero el cuadro soriano logró quitarse de encima la presión asturiana y un buen pase filtrado de Viguera no pudo aprovecharlo Nacho, cuyo disparo se marchó fuera, desviado por un defensa. Sendos cabezazos de Higinio, sin encontrar portería, parecían calmar a la parroquia local, que volvió a sobrecogerse con otro error de los centrales. Hernán robó el balón, abrió para Álvaro Jiménez, cuyo centro chut repelió Campos, con un posterior remate de Neftalí por encima del larguero. A renglón seguido, Viguera tuvo la ocasión más clara, pero su remate a placer lo repelió Juan sobre la línea de gol. Y llegó la hecatombre soriana en tres minutos, con dos goles en propia puerta, de Higinio y Grego Sierra, al desviar de cabeza sendas faltas laterales botadas por Hernán y Morillas, respectivamente. Medio noqueado, el Numancia se vio beneficiado por el pasito atrás del Sporting, que se encontró con tan suculento botín sin haber hecho tantos méritos, y tuvo la oportunidad de recortar distancias antes del descanso, con un remate desviado de Mateu tras un error de Mariño en el despeje.

Sí lo consiguió el cuadro soriano en la segunda mitad, a los seis minutos, con una buena jugada de Viguera por la izquierda y buen remate picado del central Marcos a gol. Se crecía el Numancia, y el Sporting reaccionaba un poco tras el letargo de verse 0-2. El partido se animaba por momentos: Campos evitó el 1-3 tras una cabalgada de Morillas y Grego le quitó de la cabeza el 2-2 a su compañero Marcos en una falta lateral de Mateu. El toma y daca era constante, con menos elaboración y más profundidad por parte de ambos equipos, pero sin llegadas claras. Higinio probó suerte desde la frontal, pero su disparo duro, pero muy centrado, lo atrapó Mariño. La intensidad del juego se fue diluyendo con los cambios que iban introduciendo los entrenadores. El Sporting se defendía pero no renunciaba a lograr la sentencia y el Numancia apretaba a por el empate. Pero con más corazón que cabeza los rojillos no lograron obrar la remontada.