Perdidos en un laberinto
Palma asalta el Príncipe de Asturias e inflingue la segunda derrota del cuadro amarillo en este inicio de temporada (29-32) El Villa de Aranda arriesgó con una defensa abierta que se le acabó atragantando.
Piovarcsik intenta un lanzamiento durante el encuentro ante Palma del Río. / Cadena SER
Aranda de Duero
Segunda derrota en un inicio de competición para analizar. El tiempo corre en contra de un Villa de Aranda cansado de perder. El proyecto debe seguir creciendo y hacerlo en un modelo de juego arriesgado y del que se espera mucho. Defensa abierta y agresiva para un joven grupo de jugadores que deben seguir asimilando conceptos. En ese discurso, Juan Moreno pide "paciencia" y es compresivo "no todo el mundo tiene la misma" pero asume que "nosotros estamos tranquilos" porque "estamos en un proceso de formación como equipo".
El encuentro comenzó con una sensación diametralmente opuesta a como acabó cerrándose el encuentro. Buen inicio con esa defensa abierta 3-3 para ponerse 2-0. Ilusiones. Pero pronto algunos comenzaron a ver los fantasmas del pasado. Pérdidas y errores amarillos que provocaron el vuelco en el marcador. Palma mandaba 4-6 después de una sequía ribereña de cuatro minutos. Moreno reaccionó y cambio de la primera línea para buscar soluciones. Pero faltaba dinámica. La sangría se mantenía. Problemas. Del 6-10 al 8-12 y del 10-14 al 13-15. Toca reacción obligada. Y llegó a pesar de la polémica arbitral. La escuadra ribereña consiguió reducir la desventaja a tan solo un tanto (14-15) a un precio muy elevado, dos exclusiones incompresibles a Matheus y Piovarcsik.
UN DESENLACE A RACHAS
El inicio en inferioridad rompió el duelo de nuevo para los cordobeses. Del 14-15 al 14-17. De nuevo tocaba reaccionar y volver a notar gritos de aliente y satisfacción en la grada. Ocurrió. Primero con el 17-18. Y seguidamente con las mejores sensaciones de la tarde. Gol de Matheus (18-18), parada de De Vega y tanto del portero con la meta vacía de los andaluces. El Príncipe resucitó. 20-19 para marcharse hasta el 22-20. El Villa vivía a gusto con la ventaja de dos goles, pero con la tentación de confiarse y el peligro de no cerrar el encuentro... primero avisó y después castigó. Palma de Río empató 24-24. Vuelta a empezar con mucho desgaste acumulado por ambos bandos. ¿Miedo?. Palma regresó al mando en el marcador 24-25. Lo preocupante el parcial andaluz (0-5)
El duelo entró en la recta final con mucho trabajo por delante. 26-27 con siete minutos para el final. Esperanza y tensión. Pero de repente... 26-29, ventana de tres goles para los de Montesinos tan solo un minuto más tarde. Moreno pidió tiempo muerto para intentar dar la vuelta a un choque cada vez más escurridizo y de color azul y blanco. Y así fue, el Villa de Aranda bajó los brazos y el partido se machó al 26-30. La segunda derrota de los ribereños se cerró con el 29-32 final.
Ahora los del Príncipe de Asturias deberán cambiar de registro antes del primer parón de la División de Honor Plata ya que el próximo sábado llega la Copa a casa con Ciudad de Real de nuevo como rival tras el duelo del inicio liguero.
FICHA TÉCNICA
VILLA DE ARANDA (29): Amérigo; Llorens (2), Elustondo (5), Nico (8, 3p), Matheus (4), Megias (3) y Pombo (3) -equipo inicial- De Vega (1); Piovarcsik, Molina (1p), Diego, Del Val (2), Braz y Ghillerme.
PALMA DEL RÍO (32): Ignasi; Morales (7, 3p), Bojicic, Del Castillo (5), Moreno (1), Krook (3) y Reyes (3) -equipo inicial- Ruiz; Morgado (7), Consuegra (4) y González (2)
PARCIALES: 3-2, 4-5, 5-6, 7-10, 10-13 y 14-15, -descanso- 17-18, 22-20, 24-22, 24-25, 26-29 y 28-32.
ÁRBITROS: Bernardino Fernández y Raúl Rodríguez (Madrid) Amarilla a Llorens, Piovarcsik y Moreno -entrenador- (Villa de Aranda) y Moreno y Del Castillo (Palma del Río) Excluyeron a Matheus -1- y Molina -1- y Piovarcsik -1- y Guillerme -1- (Villa de Aranda) y Bojicic -1- y Morgado -1- (Palma del Río)
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 2ª jornada de liga en División de Honor Plata disputado en el Pabellón Polideportivo Príncipe de Asturias ante alrededor de 500 espectadores.
