Coquelin y diez más
El francés reaparece tras la expulsión de Parejo y proporciona al Valencia el equilibrio y la consistencia que necesitaba desde el inicio de la temporada
Valencia
No debe ser fácil reaparecer tras más de seis meses de inactividad. La rotura del tendón de Aquiles es una lesión extremadamente delicada que en muchos casos impide además ofrecer su mejor versión a todo tipo de deportistas. No ha sucedido así con Francis Coquelin. Afortunadamente.
El mediocentro francés cuajó media hora excepcional entrando al campo por la rigurosa expulsión de Parejo. Coquelin evidenció una forma física óptima, recuperando balones, distribuyendo con criterio e incluso provocando dos tarjetas amarillas para Layún y Mario Gaspar. No meterle de inicio el próximo miércoles contra el Celta sería absurdo.
Hablando de absurdos, sigue siendo incomprensible la persistencia de Marcelino en Parejo. Muy posiblemente, el debate post-partido se centrará en la roja que le enseñó Jaime Latre. La expulsión es excesiva y opinable. Pero lo que no admite demasiadas interpretaciones a estas alturas es el rendimiento del capitán del Valencia.
Pérdidas de balón como la que precedió a su entrada abajo sobre el tobillo de Funes Mori son innumerables desde que comenzó la temporada. El efecto del madrileño sobre el juego del grupo es negativo y por momentos perjudicial. Es incapaz de filtrar pases con calidad y entrega la posesión al contrario en zonas de enorme riesgo. Curiosamente -o quizá no tanto- el Valencia generó sus mejores ocasiones (dos remates de Guedes y Cheryshev) con diez jugadores sobre el terreno de juego. Sin Parejo vivió mejor.
Fran Guaita
Jefe de Deportes en Radio Valencia y director de SER Deportivos Valencia