La exdirectora de Es Pinaret ya pidió mejoras a los Governs del PP y del Pacte
Declara ante el juez que solicitó más seguridad a dos conselleras, Sandra Fernández y su sucesora, Fina Santiago
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EUROPA PRESS - Archivo EUROPA PRESS
PALMA
La exdirectora del centro de menores de Es Pinaret acusada de homicidio imprudente por la muerte de un interno en un incendio en 2015 pidió personalmente mejoras de seguridad a las dos últimas conselleres de Servicios Sociales, la actual, Fina Santiago, y su antecesora, Sandra Fernández.
Una coordinadora del centro ha confirmado hoy en el juicio que la exdirectora presentó ese mismo año tres informes sobre deficiencias de las instalaciones en los que solicitaba "material antivandálico" y mejoras de los cerramientos y los sistemas de protección, y ha detallado que estas demandas se plantearon in situ a la consellera Santiago durante una visita a Es Pinaret.
La antigua responsable del centro había expuesto las mismas demandas en sendas visitas a la consellera Fernández, en la pasada legislatura, y a la propia Defensora del Pueblo Soledad Becerril, quien pidió recursos para mejorar unas instalaciones que encontró deterioradas.
En la tercera sesión del juicio, celebrada esta mañana en el juzgado penal 7 de Palma, dos empleados de mantenimiento han asegurado que informaron de que el sistema de alarma antincendios estaba averiado a su jefe, el otro acusado por homicidio imprudente, que como la exdirectora se enfrenta a una petición de pena de dos años de cárcel.
La acusada, que dirigió Es Pinaret desde finales de 2014 hasta su destitución tras la muerte del menor, en los últimos días de octubre de 2015, había remitido tres informes sobre deficiencias materiales a la gerencia de la fundación S'Estel, que es la entidad pública responsable del tratamiento de menores con medidas judiciales.
El chico de 17 años que murió quemado estaba encerrado por mal comportamiento en una habitación sin ventana, con una reja exterior, sin timbre de aviso porque se le había quitado la instalación eléctrica para que no se autolesionaria, y prendió fuego a un colchón con unas cerillas que tenía escondidas.
Todos los testigos del suceso que han declarado hasta hoy han confirmado que no saltó ninguna alarma, pero ninguno sabía entonces que el sistema antincendios estaba roto.
