Música para estimular las emociones

Valladolid

La música como vehículo para que los mayores estimulen su intelecto, y poder despertar en ellos la curiosidad por descubrir otro mundo hasta ese momento desconocido. Porque la música es una herramienta que sirve para contactar, expresar y etiquetar sentimientos de manera no verbal. Y bajo este objetivo el de conseguir estimular, nace en Valladolid, “Mond, música y más”, un centro de aprendizaje donde los conocimientos se imparten bajo esa premisa fundamental: utilizar la música como una herramienta para crear un vínculo interpersonal.

La escuela, se encuentra ubicada en la C/ Doctor Moreno, 12 y en ella se imparten todo tipo de enseñanzas, desde el aprendizaje de cualquier instrumento como por ejemplo el piano, hasta cómo grabar un disco o realizar un programa de radio musical. Pero el elemento diferenciador es la forma en que se imparten partiendo de la base de que la música va más allá de las palabras, y nos puede ayudar a sentir lo más particular y profundo que llevamos dentro.

Desde la Escuela bajo la dirección de la prestigiosa pianista Olaya Hernando Arribas, que destaca la apuesta por “dos proyectos de calado dirigidos a los niños de corta edad que viven en los barrios más desfavorecidos, hasta los más mayores hacia los que se dirigen dos talleres específicos que tienen como fundamento esencial la aventura de ser capaces de dejarnos envolver por melodías, sobre las que generalmente no reparamos”.

Por ejemplo las piezas música clásica esenciales de genios como Shubert, Mozart o Beethoven. Tanto los niños como los mayores aprenden a descubrir con estos talleres educativas que la música siempre funciona para ayudar a expresar emociones, mejorar las habilidades sociales, fomentar la autoestima y el estímulo sensorial o para relajarse y olvidarse de los dolores. Aprender a tocar algún instrumento musical es una actividad creativa donde juegan un papel esencial la expresión, concentración, disciplina y el ingenio, entre otros. Las actividades de estos talleres se dividen en varias sesiones donde predominan, el baile, el canto, la improvisación en instrumentos, los juegos musicales, aprender a escuchas y analizar composición de una canción o una letra. El objetivo es conseguir que las personas adquieran sensibilidad para apreciar elementos básicos como el tono o el control rítmico, por ejemplo.