Más de tres años sin trabajadores ni máquinas en la autovía del Almanzora
Las obras en la vía están paralizadas desde la apertura en 2015 de la variante de Albox
Albox
Es prácticamente imposible enumerar todos los retrasos y paralizaciones que acumula la construcción de la autovía del Almanzora en los últimos años. No lo intente. Los bailes de números ofrecidos por consejeros y delegados, las decenas de fechas facilitadas sobre el inicio o la finalización de las obras y los compromisos incumplidos, convierten los números en torno a esta infraestructura en un sudoku al alcance de pocos.
Lo cierto es que la demandada autovía acumula desde este otoño un nuevo retraso; si bien, después de tres años sin obras, se podría hablar de una nueva paralización en los trabajos. Ni tan siquiera la decisión de no ofrecer fechas concretas asumida por los responsables políticos tiempo atrás, les libra del incumplimiento de sus compromisos.
Último retraso
Han pasado 187 días. Más de veinticinco semanas desde que el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, pronunció en marzo de este año que “en muy pocas semanas” se licitaría el primero de los últimos dos tamos pendientes para culminar la conexión entre la autovía del Almanzora y la del Mediterráneo (A-7).
Desde junio de 2015 no hay ni rastro de máquinas ni trabajadores en los poco más de 3 kilómetros pendientes para la conexión de las dos infraestructuras antes mencionadas.
Fue precisamente en julio de 2015 cuando, tras la inauguración del tramo de la variante de Albox, desde la Junta de Andalucía se anunció el comienzo de los trabajos en un nuevo tramo para ese mismo año. No ocurrió. Tampoco comenzaron las obras anunciadas para el comienzo del siguiente año 2016. Tras este nuevo tropiezo, las fechas facilitadas fueron ganando margen y ya se hablaba de la licitación de las obras antes de que finalizase 2017, con vistas a finiquitar los trabajos pendientes “antes de que acabe esta legislatura”. Nada de eso ha sucedido.
Los trabajos no han sido licitados a día de hoy y las obras, aunque se pusiesen en marcha mañana, difícilmente podrían finalizar antes de que los andaluces vuelvan a las urnas, algo que ocurrirá en cuestión de meses (incluso se especula con un adelanto electoral de cara las próximas semanas).
La inacción en torno a la autovía del Almanzora contrasta en materia de infraestructuras de comunicación con los avances para la llegada de la alta velocidad a la provincia conocidos en los últimos días. Por el momento, desde la Consejería de Fomento se mantiene el mismo argumentario. Los retrasos como consecuencia de la “compleja tramitación” en torno sobre todo al segundo de los ramos, el enlace en sí entre las dos autovía, según fuentes de Fomento.
No es menos llamativa tampoco la pasividad al respecto de este tema de instituciones municipales y comarcales e incluso del sector empresarial y de la sociedad de la zona en su conjunto en los últimos años. Las movilizaciones han brillado por su ausencia co la salvedad de algunas denuncias públicas realizada desde la oposición en el Parlamento andaluz, principalmente desde el Partido Popular.
Desde la última manifestación que se produjo como consecuencia de los retrasos y paralizaciones en la construcción de esta vía han pasado ya más de cinco años. Ocurrió en mayo de 2013 y en la misma estuvieron presentes empresarios de todo el valle liderados por la AEMA (la Asociación de Empresarios del Mármol de Andalucía con sede en el pueblo de Macael) así como representantes políticos de toda las siglas. “Si no nos escuchan volveremos pronto”, advirtieron entonces los convocantes. Por el momento no lo han hecho. Ni ellos, ni las máquinas que debían tener lista esta autovía para el próximo años.