'ABC. El alfabeto del Museo de Bilbao'
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Bilbao
El Museo de Bellas Artes de Bilbao ha presentado este miércoles, con ocasión de su 110 aniversario que se celebra este viernes, 5 de octubre, la exposición 'ABC. El alfabeto del Museo de Bilbao', con el patrocinio de BBK y el comisariado literario del escritor Kirmen Uribe.
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En la presentación de la muestra han estado presentes el alcalde de Bilbao y presidente de la Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao, Juan María Aburto, el director del museo, Miguel Zugaza, el arquitecto Luis María Uriarte, el escritor Kirmen Uribe, y el director general de BBK, Gorka Martínez.
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'El alfabeto del Museo de Bilbao' es una propuesta inédita que ocupa todo el edificio antiguo -salas 1 a 31- tras la profunda renovación museográfica que se ha llevado a cabo en los últimos meses.
La exposición parte de una idea original con la que el museo busca acompañar la renovación de sus instalaciones con una forma nueva de mostrar la colección a los visitantes, ofreciendo así la posibilidad de una mirada también renovada.
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Con este fin, los habituales criterios expositivos de ordenación de las obras -cronológico, o según escuelas y autores- han sido sustituidos por un alfabeto extendido, que incluye 27 letras más el dígrafo ll del abecedario español y los dígrafos vascos ts, tx y tz.
Para desarrollar esta propuesta se ha contado con el comisariado literario del escritor Kirmen Uribe, que, con cada una de esas 31 letras, ha buscado una palabra referente en euskera, español inglés o francés, que sirve de inspiración literaria y de argumento curatorial para la selección de las obras de arte de la colección del museo que se muestran en cada una de las salas del edificio antiguo. Para este montaje se ha contado, además, con la colaboración de los artistas Ana Isabel Román y Eduardo López.
De este modo, se ordena un itinerario compuesto por letras y palabras en cuatro idiomas que recorre la historia del arte y la colección a través de diversos periodos y estilos. En palabras del escritor, "más que el tiempo, han sido las ideas las que han unido las obras, dando a la colección un sentido diferente".
La exposición reúne obras que tradicionalmente se exhiben en las salas junto a otros objetos artísticos que en contadas ocasiones han visto la luz y habitualmente se encuentran custodiados en los almacenes.
Se pone así de relieve la riqueza y variedad de la colección del museo de Bilbao, que abarca principalmente del siglo XIII hasta nuestros días y en la que están representados los principales episodios artísticos del arte occidental.
Así, se exhiben las obras y artistas más reconocibles de la colección -Lucas Cranach el Viejo, José de Ribera, Bartolomé Esteban Murillo, Francisco de Zurbarán, Martin de Vos, Orazio Gentileschi, Francisco de Goya, Paul Gauguin, Mary Cassatt, Ignacio Zuloaga, Joaquín Sorolla, Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Francis Bacon o Antoni Tàpies, entre otros muchos-, pero también fotografías de Alberto Schommer o Gabriele Basilico, obra gráfica de Joseph Beuys o David Hockney, un busto en piedra procedente de Palmira fechado en el siglo II después de Cristo o una selección de piezas de arte japonés del legado Palacio-Arechabaleta.
A las obras del museo se han sumado préstamos de otras instituciones que completan el significado de la propuesta, como la plaqueta de arenisca procedente del yacimiento prehistórico de Ekain (Gipuzkoa) fechada en el 12.000 antes de Cristo, en el caso de la primera sala, Arte; del icónico óleo sobre cartón de Aurelio Arteta Idilio en los campos de Sport, cedido por el Athletic Club, que se exhibe en la sala Kirol (deporte); y del Bilbao Mirror de la sala Espejo, del Museo Vasco de Bilbao.
También se presenta por vez primera una escultura recientemente adquirida de Ángel Bados, Premio Nacional de Escultura 2018, o una película inédita de Valentín de Zubiaurre. En total, son cerca de 300 piezas y 200 artistas representados.
Los visitantes de esta exposición podrán contar con una audioguía gratuita con todos los textos escritos por Kirmen Uribe para el itinerario alfabético por las 31 salas locutados en los cuatro idiomas, así como una guía de mano gratuita con una sinopsis de cada uno de los textos del itinerario, también a cargo de Kirmen Uribe, y una breve explicación sobre las obras de arte reunidas en cada sala, de Javier Novo, jefe del Departamento de Colecciones del museo.
Además, con ocasión de la exposición 'ABC. El alfabeto del Museo de Bilbao', el museo ha editado una publicación conmemorativa que incluye los textos que Kirmen Uribe ha escrito para el recorrido expositivo, acompañados por reproducciones de las obras de arte.
RENOVACIÓN MUSEOGRÁFICA DEL EDIFICO ANTIGUO
En los últimos meses, el interior del llamado edificio antiguo del museo, inaugurado en 1945 y declarado Monumento Histórico-Artístico en 1962, ha sido sometido a una profunda reforma dirigida por el arquitecto Luis María Uriarte, responsable de la última ampliación en 2001, con una inversión de 996.565 euros, financiados por los Patronos Fundadores del museo, Ayuntamiento de Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia y Gobierno Vasco, y por BBK, Patrono de Honor.
Según han destacado desde el museo, el propósito de la reforma se ha fundamentado en "una reflexión sobre una de las obligaciones esenciales de la institución: exhibir la colección de arte antiguo, moderno y contemporáneo del Museo de Bellas Artes de Bilbao".
Por otra parte, han indicado que la reforma "ha tenido sus límites conceptuales y ejecutivos en el respeto a la naturaleza del edificio original, que en todo momento ha guiado la intervención".
Partiendo de estas premisas, se ha perseguido potenciar la amplitud espacial y visual de las galerías, respetando la iluminación primigenia: luz cenital a través de los lucernarios centrales alojados en la cubierta de las salas del ala norte y primer piso, y lateral en las salas que dan a la fachada.
Con ese fin, se ha buscado abrir el edificio a la luz natural, recuperando el orden lumínico original al eliminar los paneles que cegaban los ventanales y vanos en el primer nivel.
Esta actuación recupera para el museo también la visibilidad exterior del entorno ajardinado y su contexto urbano. Los ventanales de la terraza adintelada, del lateral del edificio y de la terraza que se asoma al estanque, deteriorados por el paso del tiempo, han sido sustituidos. Por último, en el primer piso se han elevado los lucernarios, ganando así altura y superficie expositiva.
El solado de mármol bicolor se mantiene visible en zonas de paso, como los vestíbulos que sirven de nexo entre las dos alas del edificio, y también se ha suavizado el color de las carpinterías, unificándolo con el de los muros para conseguir un ambiente más neutro.