Fallece Jesús Santamaría, el propietario del popular Bar Domingo

Segovia

El hostelero Jesús Santamaría Velasco falleció a última hora del día de ayer a los 76 años de edad tras no superar la enfermedad que le aquejó en los últimos meses.

Jesús Santamaría gestionó desde los años 70 el popular Bar Domingo en el corazón del barrio de San Millán. El local, ya desaparecido estaba ubicado en la Calle Santo Domingo, siendo pronto un lugar popular de los segovianos que acudían a degustar las tortillas de patata que obtuvieron gran fama y que elaboraba su esposa, Juli.

Con el paso de los años el local fue referencia de los jóvenes que hacían el servicio militar en los regimientos de la ciudad, y que aprovechaban la familiaridad y el buen trato de Jesús y Juli para convertir el bar en su hogar, donde se cambiaban la ropa militar por la de paisano para dar el paseo vespertino en las horas de permiso. En esos años era habitual encontrarse en su barra con el cantante Antonio Flores, que hacia la mili en Segovia.

Ya en los noventa, el local fue elegido por los jóvenes de la época que recalaban allí para reunirse y compartir unos “litros” de cerveza o un calimocho a un paso de la zona de ambiente nocturno. Los jóvenes de la época poblaban cada noche de fin de semana zonas como la Plaza del Doctor Gila o la Plaza de la Tierra. El local no era el más glamouroso, pero la familiaridad y simpatía de Jesús conquistaban a todos los parroquianos que arrancaban allí la noche segoviana.

Ampliar

Otra de las facetas de Jesús Santamaría, fue su vinculación con el fútbol segoviano, siendo directivo durante muchos años en la década de los setenta del desaparecido CD Acueducto. El equipo rojiblanco rivalizaba entonces con la Gimnástica Segoviana, que en aquellos años navegaba en categorías regionales y se enfrentaban los dos equipos de la ciudad en el campo de El Peñascal. El Bar Domingo se convertía así en sede y centro de reunión de directivos y jugadores del CD Acueducto que vivía sus mejores tiempos.

Su apoyo al deporte se materializó también apoyando a equipos aficionados de fútbol y baloncesto compuestos por los jóvenes que poblaban el local.

En enero de 2007, tras su jubilación, el popular Bar Domingo echó el cierre, y años después el edificio fue derribado, quedando hoy el solar pendiente de un futuro uso en la calle Santo Domingo en el barrio de San Millán.