El sacrificio de Elías Bendodo
Málaga
La Operación Salvar al Soldado Bendodo está en marcha.
El sacrificio de Elías Bendodo
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Su partido se ha movilizado ante el riesgo de que el presidente de la Diputación pueda verse obligado a tener que buscar trabajo fuera de la política, como un ciudadano más. Y eso nunca… De ahí la Operación Salvar al Soldado Bendodo.
La realidad es simple: Elías Bendodo, que es un buen político, anunció que solo permanecería ocho años en el cargo, y ya se cumplen esos ocho años. Por coherencia, debería dejarlo. Claro que algo ha fallado: en ocho años lo previsto era que ya fuese alcalde de Málaga, por jubilación nada anticipada de su viejo mentor Paco de la Torre, o consejero de la Junta, tras el triunfo de Juanma Moreno Bonilla. De momento las dos cosas quedan lejos: tanto la jubilación de Paco de la Torre como el triunfo de Juanma Moreno. De hecho es difícil saber cuál de ellas queda más lejos, si es que Elías llega a ver que alguna de ellas suceda alguna vez. En fin, un marrón, porque se acaban los ocho años, y Bendodo se enfrenta a un cargo irrelevante o a tener que trabajar en la calle.
¿Qué hacer? Puesto que se comprometió a irse, ¿qué hacer? Ahí es donde se activa la Operación Salvar al Soldado Bendodo. Primero algunas voces del partido que él preside empezaron a proclamar, por supuesto espontánea y desinteresadamente, que Bendodo no podía irse. Ahora, un grupo de alcaldes del PP, gente del partido que él preside al frente de instituciones cuya financiación depende de él, le han pedido, por supuesto espontánea y desinteresadamente, que se quede. Y para rematar, el alcalde y Moreno Bonilla, por supuesto espontánea y desinteresadamente, le han dado su aval… Siendo así, ante ese clamor por supuesto espontáneo y desinteresado, ¿cómo decir que no? Él se debe a su partido y, muy a su pesar, no va a tener más remedio que incumplir su palabra y continuar en el cargo al acecho de la alcaldía.
En fin, sin duda él preferiría ser coherente y dejarlo. Pero, qué fatalidad, se va a ver obligado a incumplir su palabra, eso sí, sin duda por nuestro bien.