A endulzar los pilares zaragocistas

Zaragoza

Un Real Zaragoza-Osasuna no es un partido más, una rivalidad entre vecinos que viene aderezada esta temporada por haberlo colocado en el calendario en plenas Fiestas del Pilar. El equipo aragonés quiere colaborar a la alegría que invadirá durante estos días las calles de la capital aragonesa y en especial endulzar el sabor de la fiel afición zaragocista.

Además, es una cuestión de necesidad porque los de Imanol Idiakez no ganan desde la tarde mágica de Oviedo. Se presenta vital sumar los tres puntos para evitar que se escape la cabeza de carrera por mucho que esta competición sea una prueba de fondo. Todo lo que no sea dejar los tres puntos en La Romareda significaría abrir una brecha importante con los puestos anhelados y, comprobando el ritmo que han tomado alguno de los rivales directos, sería peligroso acumular una semana más sin ganar.

La buena noticia para el entrenador es que recupera efectivos en la medular. Eguaras volvió en Albacete y todo apunta a que James Igbekeme estará este lunes a disposición del técnico, el nigeriano ha adelantado plazos y se ha recuperado de la lesión muscular sufrida en Almería. Si Idiakez puede alinear a los dos, deberá decidir entre Zapter o Ros para completar el medio campo.

Otra de las incógnitas pasa por desvelar que ocurrirá con el baile de los centrales, la única posición en la que el entrenador todavía no ha encontrado la pareja ideal. Y arriba, tras el estreno goleador de Marc Gual, lo más probable es la recuperación del tridente.

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Osasuna llega a La Romareda con la misma necesidad, pero tendrá que afinar su puntería porque no sabe lo que es marcar lejos de El Sadar. Jagoba Araxate, el técnico que eliminó al Zaragoza de la promoción el curso pasado con el Numancia, vuelve ahora a los mandos del equipo navarro y lo hace con dos bajas importantes: Nacho Vidal y Juan Villar