Sufrida, balsámica y merecida victoria del Numancia en Los Pajaritos

Soria

Necesitaba como el comer el Numancia celebrar una victoria para aliviar la situación, alejarse de la zona baja, no comerse el coco y ganar en confianza. Y lo hizo con sufrimiento pese a ser superior durante gran parte del partido ante el Extremadura. Se adelantó el cuadro soriano a los 13 minutos con un gol de Escassi, el mejor de los rojillos más allá del tanto. Los sorianos pudieron sentenciar el duelo en la recta final, con un penalty que falló Medina. Finalmente imperó la justicia y el Numancia se quedó con 3 puntos ciertamente balsámicos.

Desde el arranque se vio clara la intención del Extremadura, con un centro del campo muy poblado, pertrechándose atrás, cediendo la iniciativa a los rojillos, para buscar hacer daño al contraataque. Y, curiosamente, en apenas cinco minutos los visitantes tuvieron tres llegadas al marco de Juan Carlos. Valverde, desde la izquierda, chutando fuera sin ángulo; Zarfino, con un cabezazo desviado llegando desde atrás; y finalmente Enric Gallego, que gana la partida a los centrales y logra sacar un remate desde la frontal que se marcha a córner, rozando el palo de Juan Carlos. El propio delantero catalán, máximo anotador del equipo, probó al cancerbero local, pero su disparo centrado lo atrapó sin complicación el portero. Y tras diez minutos de intensidad extremeña, el Numancia empezó a carburar. Un centro chut de Unai Medina, desde la derecha, que se fue envenenando, lo tuvo que desviar al larguero el joven portero del Extremadura. El lateral diestro rojillo aportaba en ataque y en una falta que recibió casi en el centro del campo llegó el 1-0. Sacó Fran Villalba y en el segundo palo apareció Escassi para remachar al fondo de la red. Los sorianos, con la ventaja, maduraron y empezaron a mover la pelota con más calma, con posesiones largas y más criterio en las conexiones, con una buena presión sobre los verdiblancos, 'tocados' por el gol. Nacho, Higinio y Dani Calvo intentaron rematar y ampliar la renta, sin fortuna. Por parte del Extremadura, era Enric Gallego el que seguía intentándolo. Con el paso de los minutos el ritmo del juego fue cayendo y el Numancia era claro dominador. Yeboah chutó desde la esquina del área, con la respuesta de puños de Álvaro Fernández, previa a la única llegada visitante al área local en casi media hora, precediendo al tiempo de descanso.

Tras el descanso el técnico visitante mostró su intención de ir a por el partido, con la entrada de un delantero, Rennella, por un mediocentro, Pardo, pero todo se quedó en intención. AL menos en los primeros 20 minutos del segundo periodo, en los que el Numancia siguió mandando sobre el césped, con Escassi y Diamanka mostrando galones en la medular y con Yeboah muy incisivo en el costado derecho del ataque. Tras sendos disparos desviados de Fran Villalba y Diamanka, el de Nacho, que iba bien dirigido, lo desvió a córner Álvaro Fernández con una buena intervención. El joven portero extremeño aguantaba a los suyos, que apenas cruzaban el centro del campo, con muchos problemas en la salida del balón ante la presión de los numantinos, que perdonaban en los metros finales. Pasado el ecuador del periodo, probó fortuna el también canterano extremeño Álvaro Romero, con un disparo lejano que atrapó sin mayor problema Juan Carlos. El Numancia seguía a lo suyo, tocando, moviendo y buscando el hueco en la defensa visitante. La tuvo, clarísima, tras un contraataque, con un penalty por manos de Olabe. Unai Medina se encargó de ejecutar, pero su disparo se marchó por encima del larguero. Segunda pena máxima errada en dos jornadas, tras la de Higinio en Pamplona. De haber podido sentenciar a sufrir por salvar la victoria, era el guion que le esperaba al Numancia, que padeció primero en un inquietante saque de esquina de los visitantes y posteriormente en un lanzamiento de falta desviado de Valverde. Luego tuvo que aparecer Juan Carlos para despejar el esférico en una doble intervención a remates a bocajarro de los Rennela y Gallego. La recta final fue una agonía para los sorianos, que siguieron atacando, pero con el miedo de dejar escapar dos puntos atenazando a los atacantes ante un Extremadura que entonces sí creyó en sus opciones. Demasiado tarde, afortunadamente para los sorianos que celebraron la victoria pese a la angustia.