Gálvez dice que pagará el miércoles y el vestuario exige por los empleados
Lanza su enésima promesa a los trabajadores, a los que debe entre 4 y 5 nóminas. Algunas empresas contratadas trabajan a medio gas o rescinden. Veteranos como Hugo o Curto reconocen incumplimiento de palabra y plazos
Murcia
La situación se vuelve insostenible en el Real Murcia. Del discurso del proyecto faraónico de Víctor Gálvez, con hoteles de 4 y 5 estrellas o una Ciudad Deportiva, a la grave crisis institucional por los impagos hay solamente seis meses de diferencia. El oriolano rescató al Real Murcia del descenso, pero al mismo tiempo firmó contratos millonarios, muy elevados para la categoría, a los que no está haciendo frente. Pero el problema va más allá. Los jugadores no han cobrado la primera nómina, que es grave, pero aún lo es más que los empleados lleven sin hacerlo medio año.
De ahí que Hugo Álvarez tuviese que salir públicamente, en declaraciones a Onda Regional, reclamando el pago a los empleados "como futbolista, yo puedo aguantar, pero hay trabajadores a los que se les deben 5-6 nóminas y esas familias no están como para vivir tanto tiempo sin cobrar. Jugar con el pan de cada uno es complicado. Se me remueve todo. La gestión está siendo nefasta, están incumpliendo su palabra, a los jugadores nos convencieron para venir con promesas... y de la persona que quiere entrar (Mauricio) no me llegan buenas referencias. Tengo confianza en que Gálvez solucione esto, porque hay familias que lo necesitan, pero no se está cumpliendo lo dicho. Pero a la afición le digo que los futbolistas no vamos a fallar y trabajaremos a muerte".
Más moderado era el tono de Víctor Curto en el micrófono de la Cadena SER, que reconocía que "las cosas parece que van a llegar, y no llegan. Los jugadores hacemos lo que está en nuestra mano y lo damos todo en el campo. Venimos de años convulsos y el paso adelante deben darlo los dirigentes. En su momento nos dieron una fecha, y no se cumplió. Si las cosas están tranquilas, puede ser el año del ascenso". Declaraciones, ambas, tras el empate ante el San Fernando.
Minutos antes, la familia Gálvez lanzó otra promesa, la enésima: pagarían parte de lo adeudado a los trabajadores este miércoles, día 10. Pocos confían ya en su palabra, pero la resignación les lleva a esperar después de tantos meses sin cobrar. Otras empresas, como la encargada del mantenimiento del césped, baja su producción a la espera del cobro y la de seguridad ve como la deuda contraída por la familia Gálvez tampoco es abonada.