Imanol Idiakez ha perdido la brújula

Poco o nada queda de las buenas sensaciones ofrecidas por el Real Zaragoza en las primeras jornadas. Se han esfumado, todo ha parecido flor de un día como el espejismo de la tarde gloriosa en Oviedo, donde el equipo aragonés sí dio la talla, rindió a un nivel de equipo llamado a pelear por todo. Desde entonces, no es ni la sombra de aquel. Al Zaragoza le han pillado el tranquillo, sus rivales se saben de memoria como desactivar su juego. Lo peor es que ante esto no hay respuesta desde el banquillo, el entrenador parece bloqueado, sin saber que hacer.

Idiakez deberá reestructurar el sistema, la forma de jugar, porque el 4-3-3 no funciona ante una defensa cerrada y desequilibra el dibujo sobre el terreno de juego a la hora de defender. Los rivales generan superioridad en el centro del campo y llegan con mucha facilidad al área del Cristian Álvarez. El portero argentino es el único que está a la altura y ya le ha dado más de un punto al Zaragoza. Cuerpo técnico y jugadores analizan desde hoy el chasco de anoche en La Romareda en la que Cristian y la ayuda divina de la Virgen del Pilar evitaron un mal mayor.

Este sábado espera el Numancia en Los Pajaritos, la primera final de la temporada con una reacción obligada. De lo contrario, la figura del entrenador quedará muy tocada. En el club no se plantean mover el banquillo, pero una nueva derrota dejaría en una posición débil a Imanol Idiakez.

En marcha

La plantilla ha vuelto al trabajo para analizar lo sucedido ante Osasuna y comenzar a prepara la visita a Soria para enfrentarse al Numancia. Papu, Toquero y Guti siguen fuera y se perderán la cita del sábado (20,30 horas) en Los pajaritos.