Es norma generalizada el ir a un concierto de rock a saltar y bailar al ritmo que nos impone el grupo o artista en cuestión, por eso a priori sorprende un directo en un teatro, con todo el público sentado. Pero para una ocasión como la de anoche, no había escenario, es quizás el mejor sitio posible y es que ese sonido que se crea nos permite disfrutar de los temas casi desnudos, con unos arreglos diferentes a los que conocemos. A las 21.06h, en un escenario iluminado con una tenue luz azulada de fondo y una densa bruma artificial, comenzaron los acordes del trío de cuerda que acompaña a MAGA es esta gira despedida de Salto Horizontal, para acto seguido dar paso a Miguel Rivera, su personal voz y los sones de los 2 violines y el violonchelo hicieron el resto, ir dejando los temas en su estado más primigenio, casi sin aditamentos. Ya en el segundo tema la pintora María Hesse se puso manos a la obra y comenzó a plasmar en un lienzo de 2mX2m lo que los diferentes temas le sugerían. Un momento muy íntimo fue el que dedicó a presentar «La casa en el Nº3», inspirada en Velintonia, el hogar de Vicente Aleixandre en Madrid y que dio cobijo a Federico García Lorca entre otros grandes intelectuales de la época. Tras esta primera parte, dio comienzo una retrospectiva basada en el origen y germen de esta formación, aún se llamaban «Supertube», una época en la que experimentaban con sus «retrochacharros», sintetizadores, un precioso Moog Prodigy analógico, cajas de ritmos y un Casiotone. Fueron tres temas de aquella primera época y con «Piel de Astracán» que en su estribillo sale la palabra Maga, fue cuando decidieron dejar ese nombre tan futurista y en inglés para un muchísimo más interesante, MAGA. De nuevo en el presente, el concierto arrancó con un juego de voces distorsionadas y siguió con temas como Domingo, a solas con Eli, Pepo y Tari, el trío de cuerda que les acompaña en esta gira. María Hesse, que tiene libertad total para entrar y salir del escenario, comienza a dibujar en un precioso color verde aguamarina una especie de mascarón de proa vikinga, que luego se transformaría en el pelo de una chica, llegaba «Báltico». Los integrantes de la banda aparecían según demanda, jugando con las sombras, gracias a la muy efectista iluminación dispuesta. «Por las tardes el frío en las tiendas» llegó de la mano de una colaboración muy especial, la de la malagueña Anni B Sweet, un juego de voces que encajaba a la perfección. Se podía intuir que a la noche mágica de MAGA ya le iba quedando poco, no por mirar el reloj, si no al ver como empezaba a faltar espacio en blanco en el lienzo de Hesse, el cual fue donado a la Comisión de Ayuda al Refugiado. Era la primera vez que MAGA escogía este «setlist» , extenso y profuso en temas, sin duda fue una gran elección en esta presentación de la gira despedida. Se hizo «Silencio», con explicación incluida sobre su origen en un Domingo de Ramos en Sevilla y ya en el bis se despidieron con la emotiva «Agosto esquimal»