¿Por qué no se previno?
Geógrafos mallorquines explican que la prevención y 'la cultura de riesgo' son clave para aminorar el impacto de las inundaciones por lluvias torrenciales
PALMA
Pasados los primeros días tras la emergencia, los habitantes de la comarca de Llevant afectada por la riada del martes tratan ahora de reconstruir sus hogares. Más allá de las consecuencias de esta catástrofe, sobrevuela una pregunta: ¿por qué no se previno?
Hablan los expertos. En la Universitat de les Illes Balears, Cels García, geógrafo, experto en geomorfología fluvial. Era difícil dar la alerta de inundación. Fue un evento extraordinario de concentración muy rápida de lluvia, dice el profesor, quien sin embargo da una pista de cómo se puede anticipar un fenómeno de estas características: "Es un sistema de aviso que se basa en una zona cartografiada según el riesgo de inundación. Aquí tenemos una en Sant Llorenç. Estos protocolos se activan ante la posibilidad de precipitaciones intensas que pueden provocar una crecida súbita del caudal y se recomiendan entonces medidas como que la gente no circule en las áreas próximas al torrente. Se trata, en definitiva, de hacer prevención".
Coincide su colega Joan Estrany, gran conocedor, en sus investigaciones, de la cuenca del Llevant mallorquín, la misma que fue objeto de la riada el martes pasado. En este caso pone de ejemplo Japón y sus protocolos de alerta por tsunami: "Alertas que con la tecnología actual se pueden realizar. En Japón cuando viene un tsunami la gente sabe cómo actuar para tratar de protegerse. Aún cuando se trate de falsas alarmas, si la gente tiene cultura de riesgo sabrá que incluso cuando no se cumplen los pronósticos estos sistemas sirven para salvar vidas".
Las claves, implantar la "cultura de riesgo" entre la población. Que sean conscientes de que el territorio que habitan es inundable, aunque la probabilidad sea tan solo de una vez cada siglo. Estas zonas están identificadas en la cartografía que manejan las instituciones. Hay 11 Áreas de Riesgo Potencial Significativo por Inundación señalizadas en un mapa de peligrosidad, pero el siguiente paso es que esta información se conozca por parte de quiénes viven en ellas.
Tras la destrucción del agua a su paso por Sant Llorenç y otros núcleos del levante mallorquín, la cuestión es cómo mirará la gente el torrente a partir de ahora. El crecimiento urbanístico hacia el entorno de estos cauces no se ha detenido en muchos años y no parece que la situación sea reversible, pero hay que pensar que los torrentes se inundan, que no son un simple alcantarillado, y que tenemos que convivir con ellos
Se trata de pensar cómo estamos modificando el territorio. Hay ventajas tecnológicas que no teníamos hace 30 años y que pueden ser útiles a la hora de planificar, porque lo que parece claro es que el clima mediterráneo seguirá exponiéndonos a este tipo de inconmesurables en el futuro.