Gil José Sáez: "Lo que aprendí es que el dolor de los abusados por religiosos es terrible, una traición terrible"

Murcia

El vicario judicial de la Diócesis de Cartagena, Gil José Sáez Martínez, el sacerdote que le reconoció a El País que en la Iglesia hay "muchos más abusos de los juzgados" ha hablado con Radio Murcia-Cadena SER. Reconoce que está muy abrumado por la repercusión de su denuncia pública y dice que "esperaba que sus palabras tuvieran repercusión pero no tanta". Su móvil no ha parado de sonar.

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Su tesis trata de explicar cuál ha sido la "respuesta del derecho judicial y eclesiástico a los abusos sexuales cometidos por clérigos" y su hipótesis principal es que ha habido una respuesta "insuficiente" por parte de la iglesia.

Lo que ha podido constatar Gil Sáez es que "los investigadores que la iglesia ha designado para comprobar la veracidad y circunstancias de los casos de pederastia eran pocos, no contaban con medios ni con formación suficiente".

Gil José Sáez explica que el tratamiento de los casos de pederastia no ha solventado el problema. Muchas diócesis, dice, se han limitado a "trasladar al párroco a otro lugar" y a "no escuchar a la víctima" por lo que "más personas se han podido convertir en víctimas".

El vicario cree que la iglesia ha usado lo que se llama "política del maquillaje": básicamente es pensar que todas estas denuncias "se olvidarían" con el tiempo.

Cree que "la iglesia debería pedir perdón" y recuerda que el propio Papa Francisco lo ha dicho. Además, insiste en algo: "espera que nadie se escandalice porque él haya dicho eso".

Para hacer esta investigación el vicario Gil José Sáez ha hablado con víctimas. Su reflexión tras muchos testimonios es que muchas víctimas han quedado destrozadas y además, muchos de los que eran creyentes se han marchado de la iglesia.

Gil José Sáez Martínez, nació en San Pedro del Pinatar en 1991 y es el vicario judicial del Obispado de Cartagena, cuya función, delegada por el Obispo, consiste en "hacer que se cumpla la justicia en la diócesis y que se garanticen la tutela y los derechos de los fieles ante la Iglesia".

En una entrevista para el diario El País, ya indicaba que la Iglesia debería pedir perdón por los casos de pederastia.